La relación entre los príncipes William y Harry sigue siendo un tema de especulación constante en la prensa británica, y aunque el distanciamiento entre ambos ha sido evidente en los últimos años, hay otro integrante de la familia real que también ha tenido que navegar los complejos lazos familiares: Tom Parker Bowles, el hijo de la actual reina Camilla.
Si bien no es uno de los miembros más mediáticos de la realeza, Tom ha estado expuesto a la atención pública desde los años 90, cuando su madre era la amante del entonces príncipe Carlos. Durante esa época, enfrentó el escrutinio de los medios, aunque reconoce que su experiencia no se compara con la de los hijos de Lady Di. “Yo he pasado por una billonésima parte del infierno que ellos tuvieron que atravesar y puedo decirte que los comprendo”, señaló en una reciente entrevista con Lecturas.
El vínculo entre Tom Parker Bowles y los príncipes William y Harry no siempre fue el mejor. La integración de Camilla a la familia real fue un proceso delicado, y tanto él como su hermana Laura debieron encontrar su propio espacio dentro de una estructura que, en ese momento, estaba marcada por la sombra de la fallecida princesa Diana.
Con el tiempo, las tensiones entre los hijos de Camilla y los príncipes de Gales se fueron atenuando. Sin embargo, Tom admite que ha aprendido a manejar ciertos temas con cautela para evitar conflictos dentro de la familia. “Hace mucho tiempo aprendí a no involucrarme en los asuntos de William y Harry”, afirmó, dejando en claro que prefiere mantenerse al margen de la disputa que mantiene a los hermanos distanciados.
A pesar de las dificultades, el tiempo ha ayudado a mejorar su relación con los príncipes, aunque el contacto sigue siendo limitado. “Lo que pasaron ellos con los medios fue terrible”, agregó, reconociendo el nivel de acoso que los hijos de Diana han sufrido desde su infancia.
Tom Parker Bowles conoce de primera mano el impacto de la prensa en la vida de la familia real. Durante la época en la que su madre aún era considerada una figura polémica dentro de la monarquía, él mismo fue blanco de la atención mediática. Sin embargo, siempre entendió que la presión sobre William y Harry era incomparablemente mayor.
Mientras que él podía llevar una vida relativamente normal fuera del núcleo central de la realeza, los príncipes crecieron bajo un constante escrutinio público. La cobertura mediática de su infancia, la trágica muerte de su madre y los conflictos internos dentro de la corona los convirtieron en figuras de interés mundial desde muy pequeños.
Hoy, con su madre convertida en reina y su padrastro en el trono, Tom ha logrado forjar su propio camino, lejos de los protocolos reales. Aunque su relación con William y Harry no es cercana, ha encontrado la manera de sobrellevar los vínculos familiares sin mayores sobresaltos.
Mientras el rey Carlos III y la reina Camilla continúan con sus deberes reales, las tensiones dentro de la familia siguen sin resolverse. La distancia entre William y Harry parece cada vez más difícil de reparar, y con Harry viviendo en Estados Unidos junto a Meghan Markle, el vínculo entre los hermanos sigue debilitándose.