Rada no solo ha conquistado al público con su particular mezcla de humor, magia y carisma sobre los escenarios, sino que también ha logrado plasmar ese mismo espíritu lúdico y creativo en su vida cotidiana. Su casa en Buenos Aires, que comparte con su hija Bianca y su perro Honorio, es un fiel reflejo de esa personalidad vibrante y multifacética que lo define tanto arriba como abajo del escenario.
La vivienda de Rada se caracteriza por espacios amplios y luminosos, con pisos de madera que aportan una sensación de calidez hogareña. Cada rincón está pensado para combinar funcionalidad y estilo, en una clara búsqueda de equilibrio entre lo estético y lo emocional. Sin embargo, uno de los espacios más destacados —y fotografiados— de su hogar es, sin duda, el patio trasero, donde se encuentra una piscina de diseño minimalista que invita al relax y a disfrutar del aire libre.
La pileta, de líneas limpias y modernas, está perfectamente integrada al entorno gracias a una cuidada disposición del espacio verde que la rodea. A un costado, una zona de descanso con sillones y una parrilla completan la escena, configurando el escenario ideal para los momentos de ocio que el artista suele compartir en redes sociales. “Malos asados”, suele bromear Rada cuando se refiere a sus habilidades culinarias frente a la parrilla, en una demostración más de ese humor autocrítico que tanto lo caracteriza.
Pero si hay algo que realmente transforma el patio en un espacio único es el impactante mural que decora una de las paredes del fondo. Extendido a lo largo de un muro oscuro, el mural irrumpe con una explosión de color y vida. La obra representa un entorno natural habitado por aves de plumaje marrón, blanco y amarillo, detenidas en actitudes que transmiten serenidad o alerta, como si estuvieran a punto de desplegar sus alas. Estas figuras conviven con una vegetación exuberante de hojas en tonos turquesa, celeste y verde intenso, y flores abiertas de color rosa y amarillo que añaden un toque delicado al conjunto.
Cada forma está delineada con nitidez, sin sombreados ni volumen lo que le da al mural un estilo gráfico, casi ilustrativo, que remite tanto al arte mural contemporáneo como a ciertos lenguajes del diseño textil o editorial. Esa estética, tan visual y directa, logra conectar de inmediato con quienes visitan o simplemente observan desde una historia de Instagram.
Esta obra mural no es un simple adorno: es una declaración de principios. Representa el universo creativo de Rada, donde conviven lo natural con lo fantástico, lo cotidiano con lo artístico, y lo íntimo con lo público. Es una extensión de su personalidad y de su forma de entender la vida: con humor, con color y con una enorme sensibilidad.