Dueña de una personalidad arrolladora y de un estilo inconfundible, Moria Casán no solo brilla en los escenarios y en los medios. Su hogar en Parque Leloir, una de las zonas residenciales más exclusivas del conurbano bonaerense, refleja con fidelidad su esencia: excentricidad, sofisticación, vitalidad y mucho carácter. Allí, entre empapelados animal print y luces de neón, hay un rincón que sobresale por su diseño, su funcionalidad y su valor emocional: su piscina climatizada, un verdadero símbolo de su estilo de vida.
La diva argentina transformó su mansión en su residencia permanente hace algunos años, luego de utilizarla durante mucho tiempo como casa de fin de semana. Lo que la convenció fue, precisamente, la amplitud del espacio verde que la rodea y la libertad que ofrece el entorno: un total de 700 metros cuadrados de parque, donde el aire libre es protagonista y el tiempo parece transcurrir a otro ritmo. Según contó, allí disfruta de la compañía de sus seres queridos, como sus nietos Helena y Dante Della Paolera, y de momentos de introspección.
Pero si hay un espacio que concentra toda su energía es la piscina, que "está siempre climatizada". Esto le permite a la conductora disfrutar de su gran pasión durante todo el año. “Nado desnuda todos los días, a la mañana y a la noche”, reveló sin pudores en más de una ocasión, dejando en claro que para ella no hay límites cuando se trata de disfrutar su hogar. La privacidad de su residencia le permite esos pequeños placeres que forman parte de su rutina.
Originalmente, la pileta tenía un cerramiento vidriado, pero Moria decidió removerlo. “Parecía un vivero”, explicó al justificar su elección de dejarla a cielo abierto. Hoy, el espacio mantiene un diseño que conjuga elegancia y comodidad, con un deck decorado con plantas—muchas de ellas artificiales—y un gazebo que instala en verano para brindar sombra a sus invitados. Todo está dispuesto para que las reuniones al aire libre sean frecuentes y memorables.
Lejos de delegar todo, Moria se reconoce como “una ama de casa” y se encarga personalmente del mantenimiento de su jardín. Esa conexión con su espacio, con el verde y con cada detalle de su propiedad, la muestra como una mujer que, más allá de la fama y los flashes, encuentra en su casa un refugio de autenticidad. La elección de incluir vegetación artificial en algunas áreas del jardín responde, según confesó, a una necesidad práctica: evitar que el sol intenso dañe las plantas. Pero no por eso se pierde armonía: el resultado es un entorno cuidado, equilibrado y con impronta artística.
Durante el verano, la piscina se convierte también en un espacio para compartir. La artista suele recibir allí a amigos, familiares y colegas, en encuentros donde abundan las risas, los brindis y los chapuzones. El lugar también ha sido escenario de producciones fotográficas, como aquella en la que posó en topless y que volvió a ponerla en los portales de noticias.