Desde hace poco más de tres años, Maju Lozano encontró en Olivos el refugio perfecto para construir un hogar en armonía con su estilo y su forma de vivir. La reconocida conductora, que anteriormente residía en un elegante piso en Palermo, decidió mudarse junto a su familia a una casa con jardín en el partido de Vicente López, donde hoy disfruta de los pequeños placeres de la vida cotidiana, rodeada de verde, tranquilidad y buen gusto.
Una de las joyas de su casa es, sin duda, la piscina, que se convirtió en el corazón del hogar y en uno de los espacios más compartidos en sus redes sociales. Desde allí, Maju suele mostrar momentos de distensión, reuniones familiares y encuentros con amigos. “La piscina de Maju Lozano es un elemento destacado en su hogar, ubicado en Olivos, Buenos Aires”, reza una de las tantas descripciones que se le han dedicado en los medios a este rincón especial que combina diseño, funcionalidad y mucha personalidad.
El jardín que rodea la pileta está cuidadosamente mantenido, lleno de plantas en macetas y en tierra, entre las que se destacan las suculentas que aportan textura, color y frescura. La vegetación está dispuesta con criterio estético pero también práctico, generando un ambiente cálido, natural y elegante. Maju contrató paisajistas para darle ese toque único al espacio, que hoy se muestra como un verdadero oasis urbano.
Los muebles de exterior, seleccionados con mucho esmero, terminan de completar la escena. Son funcionales, resistentes al clima, pero también suman un aire sofisticado al lugar. La animadora optó por un estilo descontracturado pero chic, ideal para pasar tardes junto a la pileta tomando mate, leyendo un libro o disfrutando con su hijo y amigos en un entorno relajado.
En sus publicaciones, se la ve muchas veces junto al agua, en pleno verano, disfrutando de un chapuzón o de una charla en el jardín al atardecer. La pileta no es solo un detalle arquitectónico, sino un verdadero punto de encuentro. Según cuentan sus allegados, es frecuente que allí se celebren reuniones íntimas, cumpleaños y hasta improvisadas sesiones de cocina al aire libre, otro de los grandes placeres de la conductora.
La casa de Maju no se queda atrás en el interior. Con colores claros predominantes, especialmente en blancos y tonos neutros, su hogar transmite luminosidad y paz. Los ambientes amplios y ventilados, con grandes ventanales que conectan el interior con el exterior, ofrecen una sensación de fluidez y conexión con la naturaleza. Las aberturas de madera, al igual que los pisos, suman calidez y le otorgan a la vivienda un aire clásico pero contemporáneo a la vez.