El tiempo dirá si es una denunciante heroica, una mitómana que destruyó familias o una periodista engañada u operada por algún personaje siniestro. La justicia -así se espera- deberá evaluar si sus graves denuncias son ciertas. Pero para Viviana Canosa estos días son de una intensidad abrumadora. En la tele y en tribunales.
Este viernes abrió su programa y había mucha expectativa por qué iba a decir luego de que en la noche del jueves el periodista Tomás Mendez en Canal 9 diera a conocer el expediente con la supuesta denuncia que Canosa había realizado en los Tribunales de Comodoro Py. Denuncia que incluía una lista de famosos y supuestos modus operandi compatibles con situaciones de presunta trata y abusos de menores. Muy pesado.
"Hoy va a ser el último día que yo hable de todo lo que vengo denunciando. Lo voy a seguir el resto en la justicia porque no me está haciendo bien", comenzó diciendo la periodista mientras en pantalla aparecían los rostros de víctimas de impunidad en la Argentina: María Cash, Candela, María Soledad Morales, Loan, Sofía, entre otros. “Este es el país de la impunidad. Al que dice la verdad lo acusan, y al que comete delitos lo defienden”, denunció con la voz quebrada.
Durante su discurso, también reveló que tras una jornada intensa de grabación, al regresar a su casa, fue recibida por agentes policiales: “Había una señora policía en la puerta de mi casa, me tiró la mano y yo le di un beso porque sentí que me estaba cuidando”. Luego contó que le ofrecieron un botón antipánico y firmó documentos sin saber con exactitud qué decían.
“No soy tan importante, pero sí lo es la causa que denuncio”, expresó, al tiempo que apuntó directamente contra el presidente de la Nación por haberla criticado públicamente tras sus declaraciones. “¿Por qué el presidente se ocupa de mí y no de la inflación, del dólar, de la inseguridad? ¿Por qué el Poder Ejecutivo presiona al Judicial?”, se preguntó.
La conductora también agradeció el respaldo de su entorno, en especial al gerente del canal, Adrián Suar: “Chueco, te quiero mucho. Gracias por escucharme ayer y hoy. Sé lo que te pasa vos y vos sabés lo que me pasa a mí”.
Entre lágrimas, hizo un llamado desesperado a la justicia: “Señores jueces, señores fiscales, no nos defrauden. Yo creo en la justicia. Por eso el lunes voy a ratificar todo en Comodoro Py”.
La periodista cerró su intervención con una advertencia: “No quiero ser cómplice. Yo elegí no callar. Ustedes sigan defendiéndose entre ustedes. Yo voy a seguir peleando desde el lugar que me toque por todas las víctimas invisibles, por las madres que gritan en comisarías y no son escuchadas”.
“Lo que estoy haciendo no es por mí. Es por todos. Porque denunciar en este país parece molestar más que cometer delitos”, concluyó.