Hace unos meses, Paulina Trotz celebró su cumpleaños en una íntima reunión familiar, rodeada de seres queridos y alejada del ruido mediático que alguna vez la tuvo en el centro de la escena. Su madre, María Laura —una de las célebres Trillizas de Oro—, su tía María Eugenia y su abuela le cantaron el tradicional "Feliz cumpleaños" en un ambiente cargado de emoción y cariño.
Hoy, Paulina lleva una vida tranquila junto a su esposo, el exjugador de rugby Gonzalo Tiesi, con quien formó una familia de cuatro hijos. Desde su casamiento, optó por mantener un perfil bajo, aunque su historia personal guarda un capítulo digno de una novela de la realeza: en su juventud, Paulina fue vinculada sentimentalmente nada menos que con el príncipe William de Inglaterra.
Corría el año 2004 cuando, con apenas 18 años, Paulina conoció al príncipe en un evento de polo en el Cowdray Park Polo Club en West Sussex. Según trascendió en su momento, fue a través de amigos en común que sus caminos se cruzaron. Los rumores de un romance entre ambos no tardaron en explotar en los medios británicos, que incluso llegaron a publicar en sus portadas imágenes de la joven argentina bajo titulares que hablaban del "romance entre el príncipe William y la bella joven".
Aunque en su momento desde Inglaterra intentaron minimizar el asunto, años después María Eugenia Trotz, la tía de Paulina, confirmó en una entrevista con Gerardo Rozín que efectivamente existió un vínculo entre ellos. "Es cierto que hubo algo entre el príncipe William y mi sobrina Paulina. Si a ella le hubiera gustado William, la historia habría sido diferente hoy en día", reveló sin rodeos.
Según el relato de María Eugenia, la relación entre Paulina y William duró aproximadamente tres meses. Durante ese tiempo, el príncipe se mostró muy interesado en la joven argentina. Incluso, medios de la época señalaron que tras una cena privada en un lujoso restaurante de Londres, William la habría invitado a asistir a una exhibición de polo en la que él mismo participaba.
María Eugenia no pudo evitar bromear sobre la situación, imaginando otro destino para su familia: "¡Podríamos haber estado las tres sentadas junto a la Reina! ¿Te imaginas?". Más allá de las anécdotas, las propias Trillizas de Oro le aconsejaron en aquel momento a Paulina que fuera prudente y cuidadosa.
Finalmente, la historia no prosperó. Paulina eligió otro camino, lejos de los flashes de la realeza, y construyó una vida sólida en su país, dedicada a su familia y a su bienestar personal.