Actor y ahora también conductor del programa Estamos en una, en las tardes de la Televisión Pública, Gabriel Corrado vive un gran momento y disfruta de su trabajo. Tan bien la pasa en el programa que hasta se montó una mesa de ping pong para jugar con los invitados que lo visitan.
Un invitado más que especial para Corrado fue Luis Majul, su gran amigo del medio, con quien se conoció cuando tenían apenas 12 años y se hicieron inesperables. "Reconozco que estoy hecho un enfermo por el ping pong y no me gusta perder. Tengo mi propia paleta y en mi casa tengo una mesa que me regalaron y que es la mejor del país. Estoy entrenando a lo loco y vienen amigos a jugar, como Luis Majul, que es muy amigo mío y el otro día vino a casa a jugar. Luis juega muy bien, me había desafiado desde El Observador y competimos. Nosotros somos amigos desde los 12 años", contó en charla con el periodista Nico Peralta para Pronto.
-¿Dónde nació tu amistad con Majul?
-Teníamos un amigo en común, Sergio Frenkel, que era de mi barrio, Villa Pueyrredón, y a la vez era compañero de colegio de Luis, en Chacarita. Sergio me lo presentó a los 12 años y nos hicimos inseparables. Es muy difícil de explicar la amistad a los 12 años: no te cuestionás muchas cosas, es piel, unión y feeling. Pegamos onda y nos hicimos íntimos amigos.
-Los dos la terminaron pegando en lo suyo.
-Sí, re loco. De chicos, él ya sabía que quería ser periodista y yo actor. Eso estaba claro. A Sergio le gustaban muchas cosas y los tres teníamos una banda de rock. Sergio vive en España, es nuestro tercer amigo y vino hace poquito de visita. Volviendo a Majul, me desafió al aire desde la radio El Observador y yo pasé en mi programa el video que grabó Constanza, mi mujer, cuando estábamos jugando al ping pong en casa. Estuvimos muy parejos y finalmente le gané a Luis. Ahora voy a ir a jugar yo a El Observador, donde pondrá una mesa. Se enganchó también; es una droga esto.
-¿Te bancás perder?
-Sí pero no me gusta nada. Soy muy competitivo y no me gusta perder. Luis ya consiguió su mesa y empezó a entrenar como loco. Para el próximo partido ya va a estar más entrenado. Nos vemos re seguido, nuestros hijos y nuestras mujeres son amigas. Es más: Sergio se casó en 2000, yo vivía en Marbella porque estaba rodando una serie allí, Luis vivía aquí en la Argentina y Sergio en Madrid. Sergio se fue a casar a Marbella, le conseguí el mejor hotel para la fiesta y Luis vino al casamiento con su mujer y sus hijos chiquitos, que fueron cortejo junto con mis hijos en la boda. Una cosa divina. Somos como hermanos los tres.
-¿Qué más comparten?
-Nuestras pasiones, como viajar juntos una vez al año o cuando podemos. A veces solos y otras en pareja. Con Luis y Sergio hemos ido a un par de Mundiales, por ejemplo. Y cuando Sergio viene, nos encontramos los tres. A pesar de la distancia, nos vemos mucho.
-¿Tenés algún otro amigo en el medio?
-No. Mis mejores amigos son Sergio y Luis. Vienen de la infancia y son mis hermanos de la vida. También tengo muchos conocidos del medio, con quienes te podría decir que tengo una linda amistad. Mario Pasik es amigo y fue quien me dijo que tenía que trabajar en televisión, cuando yo estudiaba teatro y en las clases de actuación me decían que la tevé era mala palabra. Me saqué ese estigma y trabajé en tele, que era lo que más quería. Con Mario en una época nos frecuentábamos más pero el otro día vino a mi programa, me encantó y se lo dije públicamente. “Mario vos fuiste el que me dio el empujón para animarme a hacer televisión”, le comenté.
La entrevista completa con Gabriel Corrado está en la edición digital de mayo de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera haciendo click en este enlace