En medio del ritmo agitado de su carrera y su presencia en los medios, Guillermina Valdés ha sabido construir un oasis de calma dentro de su hogar. Ese refugio tiene nombre y protagonista: su piscina. No se trata solo de un espacio para refrescarse en verano, sino de un lugar donde la empresaria, actriz y modelo conecta consigo misma, disfruta de la naturaleza y plasma su sensibilidad estética.
A lo largo de los años, Guillermina Valdés ha compartido en sus redes sociales postales de su vida cotidiana, y entre ellas, las imágenes que muestran su piscina tienen un protagonismo especial. “La piscina de Guillermina Valdés ofrece un espacio ideal para el descanso y la recreación”, coinciden sus seguidores, que no dejan de destacar el diseño moderno y el entorno natural que acompaña este rincón tan personal de su hogar.
El área está cuidadosamente integrada al paisaje de su casa. Cuenta con un deck de madera que suma calidez y un estilo acogedor, sin resignar elegancia. Los tonos neutros, la vegetación que la rodea y la estratégica ubicación que permite aprovechar al máximo la luz natural, hacen de este espacio algo más que una simple pileta: es una extensión de su personalidad y de su búsqueda de armonía.
En efecto, Guillermina ha subido varias veces fotos disfrutando del agua en soledad, pero también celebrando con sus hijos, brindando con amigas o simplemente dejando que la cámara capte un momento espontáneo con la serenidad como fondo.
En algunas oportunidades, la empresaria aprovechó este escenario para realizar sesiones fotográficas improvisadas. Allí se la ha visto luciendo trajes de baño sobrios y elegantes, con una impronta natural que es marca registrada en su estilo. El contraste entre el azul del agua, la madera del deck y su silueta estilizada, conforma una postal que conjuga moda, paisaje y bienestar.
Más allá de la estética, hay algo profundo que se transmite en esas imágenes: la necesidad de Guillermina de tener un espacio propio, íntimo, donde encontrar calma y reencontrarse con lo esencial. En tiempos donde la exposición mediática puede volverse agotadora, este rincón es su lugar de resguardo, una pausa en la vorágine.
Como toda figura pública, Valdés no escapa del ojo de los medios. Pero en sus redes, y particularmente en este espacio acuático, se permite mostrar otra faceta: la mujer que valora los momentos simples, que cultiva el silencio y que, lejos de las luces del espectáculo, elige rodearse de belleza natural y armonía.