Este miércoles 13 de agosto quedará marcado para Julieta Prandi como el final de un largo y doloroso proceso judicial. Tras haber denunciado a Claudio Contardi hace casi seis años, la Justicia condenó al padre de sus hijos a 19 años de prisión por abuso sexual reiterado con acceso carnal y daños en la salud mental.
La modelo llegó a los tribunales de Campana junto a su pareja, Emanuel Ortega, pocos minutos después de que se dictara la sentencia. El acusado escuchó el veredicto sin la presencia de la víctima. Julieta arribó alrededor de las11:30 y se enteró de la condena a través de la prensa, que la aguardaba en las inmediaciones.
Al ingresar, lo primero que hizo Prandi fue abrazar a sus seres queridos: sus padres, sus abogados, el fiscal y, finalmente, a Emanuel Ortega. Fue en los brazos de su pareja donde la modelo se descompensó, quebrada en un llanto desgarrador. Entre lágrimas, expresó un profundo alivio por la condena, sintiendo que, después de años de lucha y resistencia, la Justicia finalmente le dio la razón.
Minutos más tarde, Fernando Burlando explicó que la víctima no pudo llegar a oír la sentencia, pero que la siguió en vivo gracias a la transmisión de la misma. "Necesito verlo", exclamó Julieta a penas llegó al tribunal, decidió no hablar con los medios, pidió permiso para entrar e ingresó junto a Emanuel a la sala, donde se encontró con sus seres queridos.
Además, Burlando, aseguró que gracias a los médicos y la psicóloga, que estaban presentes, pudieron asistir inmediatamente a Prandi por su "crisis emocional". La modelo escuchó a través del vivo el veredicto, quiso estar en la sala pero no logró llegar. Sin embargo, la condena deja un momento de justicia y alivio para Julieta Prandi, que tras casi seis años de la primera denuncia, logró lo que tanto esperaba: la condena contra Claudio Contardi