Susana Giménez volvió a acaparar la atención mediática, esta vez no solo por su regreso a la televisión con "LOL: Last One Laughing Argentina", sino también por sus declaraciones sobre la vida sentimental de su nieta, Lucía Celasco. En diálogo con DDM, el programa de Mariana Fabbiani, la diva fue consultada por el romance de la joven con Nicolás Figal, jugador de Boca Juniors, y no dudó en responder con su clásico sentido del humor.
Con picardía, Susana lanzó: "Soy de San Lorenzo, no conozco a los jugadores de Boca". Luego, dejó en claro que no tiene inconvenientes con la relación y agregó: "No me importaría", dando a entender que Lucía puede estar con quien quiera. Y, fiel a su estilo, coronó con una frase que generó risas: "No soy Tinelli, qué me importa", en alusión a los rumores de que al futbolista le gustaría llegar a San Lorenzo.
Más allá del costado familiar, Susana también habló de su presente profesional. Entusiasmada, adelantó cómo vive el desafío de volver a conducir LOL: "Estoy brutal, contenta y creo que va a estar bien. Me lo mandaron pero no lo vi", confesó sobre el formato internacional que apuesta al humor y la improvisación.
La diva, además, se refirió a su emotivo reencuentro con Arturo Puig, a quien no veía desde hacía dos años: "Fue divino el encuentro con Arturo, cuando murió Selva no pude venir, pero hablé por teléfono con él”, recordó con ternura.
Consultada por el resultado de las elecciones bonaerenses y la victoria del peronismo, Susana prefirió no profundizar demasiado, aunque dejó una frase contundente: "De política no hablo, pero no me sorprendió el resultado", expresó, manteniendo su habitual postura de mantenerse al margen de los debates partidarios.
De esta manera, Susana volvió a mostrar por qué sigue siendo una de las figuras más buscadas del espectáculo argentino.