Luego de dos eclipses, dos portales y una de las temporadas más intensas en energía de los últimos años, llega el signo de Sagitario. La mejor energía para abrazar en esta Luna nueva -si bien no es convenientes en este día hacer rituales de manifestación - es la de plantar la semilla de algo nuevo, iniciar en el pensamiento, dejar fluir ideas, observando: Algo nuevo que te hace feliz, el deseo que siempre quisimos concretar, sin enfocarse en lo que salió mal en el pasado y sin pensar en las carencias emocionales.
El tiempo de la Luna Nueva evoca a aquel que dió forma al Universo, donde se produce el Big Bang. Es como un gran caldo que se está cocinando, al que no debemos meterle el dedo, ni usarlo porque aún no está listo. Todo lo que está en la olla no va a quedar en el caldo: solo una parte, un resultado del proceso. Solo hay que vigilar el fuego.
Sagitario trae una temporada jupiteriana de logros, abundancia y más color en nuestras vidas. Esta luna Nueva ayuda a terminar con todo lo que se oponga al avance.
¿Cómo aprovechar la Luna Nueva?
Sabrina Bayón, astróloga, lo explica claramente:
Esta es la fase reflexiva, del silencio, de la introspección, la fase de la soledad y el momento del mes en el que necesitamos “ir hacia adentro”. Tenemos la necesidad de estar tranquilas y la interacción con el exterior se torna algo molesta. Nuestro cuerpo está mucho más sensible, por lo que podemos aprovechar esta fase para conectar con nuestro cuerpo y estar más atentas a los mensajes que nos trae. En esta fase estamos más intuitivas. Es un momento ideal para disfrutar de la quietud, el silencio y meditar. Nuestro cuerpo recicla su energía, por eso permitirnos el descanso es muy importante en esta etapa para permitirle que pueda reponerse y comenzar con mucha vitalidad la siguiente fase de luna creciente.