El gran planeta Saturno cambia de signo, lo que sucede cada un poco más de dos años , ya que le lleva 29 años transitar todos los signos del Zodíaco. El tránsito del planeta Saturno entra a Piscis, lo cual es un cambio fascinante para la astrología.
La entrada a Piscis se produjo el día 7 de marzo. Saturno, el planeta de las responsabilidades, las fronteras y los límites, entró en Piscis, el signo de lo ilimitado y la ausencia de fronteras, el amor universal. ¿Contradictorio? Aparentemente.
Este nuevo tránsito va a afectar la vida de todos los nativos del zodíaco, de acuerdo con la posición de Saturno en su carta. Especialmente, a aquellos que reciben a este planeta en su signo solar, es decir, que están en el retorno de Saturno.
El último tránsito de Saturno y sus lecciones
Antiguamente, Saturno era el último planeta visible desde la Tierra en el sistema solar y antiguamente se lo consideraba “maléfico”. Hoy en día, con una interpretación más moderna de Saturno, se valora este planeta como el que pone en primer plano las limitaciones, las estructuras, los finales; nos exige hacernos responsables y nos muestra habitualmente grandes lecciones. En el mundo en general, Saturno rige las infraestructuras, los gobiernos, las empresas y lo establecido, por esto nos habla de la ley, de recibir la consecuencia de nuestros actos. Este planeta es pesado, con una energía casi concreta, y simboliza la estructura, el tiempo, la construcción de algo duradero.
En el tránsito anterior, el planeta de los anillos pasó por Acuario, retrogradó a Capricornio, para volver a Acuario. Estaba pasando por signos muy afines a su propia energía. Vimos las estructuras de nuestra vida moverse, a nivel colectivo y personal. Lo digital, la tecnología, lo comunitario, regidos por Acuario, tomaron protagonismo. Se hizo más fina la línea entre lo real y lo virtual, el trabajo en línea se difundió. Hubo un profundo cambio en las relaciones personales. También hubo “pases de factura”, la mirada saturnina del “ hacete cargo”, el escrache. Y para completar el combo “Saturno en Acuario”, el mundo transitó la pandemia, con su soledad, su aislamiento, exigiéndonos responsabilidad a cada minuto, no solo por nosotros, sino por los otros ( la aldea global acuariana).
En cambio, la energía de Piscis es agua, mutable y cambia continuamente. Simboliza la inmensidad incognoscible del inconsciente colectivo. Podríamos decir que un castillo que construye la energía de Saturno será fortificado y duradero... El construido por la energía pisciana será un castillo de arena construido en la playa, que puede ir cambiando y hasta desparecer.
Lo que viene: el viaje hacia adentro
A medida que Saturno avance en su viaje de dos años y medio a través de Piscis, todos analizaremos cómo nos conectamos con un propósito mayor en nuestras vidas. ¿ Qué estamos haciendo con nuestra espiritualidad? Vienen viajes de autodescubrimiento, muchos sin salir de casa, porque se trata de una búsqueda en uno mismo. Aprender lecciones, crecer como ser humano, mejorar nuestras relaciones personales, definir de qué forma queremos vivir, ganarnos la vida, qué queremos dejar a otros.
El tiempo, que es patrimonio de Saturno, tomó una nueva dimensión en el tránsito anterior: sus límites se difuminaron, se aceleraron procesos. Ahora nos encontramos con otro desafío: cómo usamos nuestro tiempo para ser felices.
Dice la astróloga Ana Lía Ríos: “Si estamos siendo un poco desordenados en nuestras búsquedas de autoconocimiento o espirituales, con Saturno en Piscis podemos comenzar a sentir la necesidad imperiosa de perseverar y focalizar nuestras energías. .”
“Saturno viene a poner límites y a proteger áreas de vida simbolizadas por Piscis. No solo en los mares, por ejemplo, sino también temas relacionados con terapeutas, curadores espirituales, artes y todo tipo de medicamentos y drogas; en todos ellos pueden llegar a iniciarse procesos de mayor protección y cuidado. Cuidar todo y al Todo desde una conciencia holística, es un anhelo bien pisciano. “
En cuanto a lo personal, advierte: “Todos tenemos aspectos y temáticas dónde somos fantasiosos, ilusos y creemos en "pececitos de colores", aún cuando la realidad nos muestra cotidianamente que no es real lo que imaginamos. Allí, es probable que tengamos que sufrir sacudones durante estos años, para pisar la realidad y dejar atrás ciertas fantasías que nos impiden crecer hacia nuevos horizontes. En algunos casos, los cascotes que nos mande Saturno pueden ser dolorosos. Se los agradeceremos con el tiempo. También, recordemos que el inconsciente, tan ligado a este signo, no tiene límites. Es tiempo de bucear en esas profundidades. Si ponemos el temple y la perseverancia necesaria, pueden ser años donde logremos concretar y dar vida a imágenes arquetípicas a través de la pintura, música, escultura o escritura. Nuestra creatividad no tendrá límites.”
Por dalixastrologia.
Ana Lía Ríos es autora de los libros Oráculo Astrológico, Astrología y tu mito personal y Curso de Astrología, de Ed. Kier.