En la madrugada del 20 de abril, se produce un raro eclipse solar hibrido, un fenómeno astronómico impactante que no podremos ver en nuestro país pero impacta a nivel astrológico en todos los nativos de todos los signos.
Este fenómeno comenzará como anular, cambiará a total y volverá a ser anular poco antes de terminar. Se tiene previsto que en este siglo solo se produzcan siete, el próximo será en el 2030.
El eclipse llega en un entorno muy especial, al final del signo de Aries y entrando a Tauro, con Mercurio que empieza a retrogradar, un panorama donde la claridad es esencial. Si hay algo que va a traer este eclipse es valentía, para dejar de estar condicionado a aquello que siempre vimos como la única opción, un destino predeterminado, o una sola forma de hacer las cosas. Es momento de replanteos, de descubrir el potencial auténtico que tenemos, de hacernos responsables de los cambios que hasta ahora esperamos que vengan de afuera. Todo aquello que dejamos sin hacer o resolver por miedo, viene a presentarse para ser visto sin excusas.
Vamos a descubrir gracias a esta temporada maravillosa, que se extiende hasta el próximo eclipse, que somos dueños de elegir qué camino tomar ante cualquier situación, confiando en nuestra sabiduría interna. Es importante aclarar que sin embargo se debe dejar cualquier decisión importante para después del próximo eclipse el 6 de mayo, cuando se verá con toda claridad si aquello que fuimos activando en nuestra vida es lo que realmente nos hará felices y plenos.
Para Aries, será una temporada donde su personalidad va a sobresalir en todas las situaciones. La energía ariana del impulso, del avance le darán un brillo especial. Debe moderar el malhumor, el irritarse porque otros van más lento.
Para Tauro, se trata de un momento de fortalecerse a nivel económico, aceleran su productividad. Los taurinos, que tienden a ser algo perezosos, reciben un shock de energía.
Para Géminis, será la temporada de observar con atención sus vínculos, la información que brinda y recibe, cuántas verdades deja sin decir y deben ser dichas... pero en su justa medida y sin perder la armonía. Antes de dañar conviene callar.
Para Cáncer, es la época de proteger, cuidar y asentar su base, su hogar, su familia. No debe guiarse a ciegas por la intuición, que siempre es muy acertada en Cáncer pero en estos momentos puede errar.
Para Leo, es un momento de autorreflexión, para darle los toques finales a un cambio que ya se viene gestando. Va a costarle, porque su impulso será el de expandirse, pero hay peligro de ponerse invasivos o excesivamente pendientes de la atención ajena.
Para Virgo, es el momento de frenar la impaciencia y la irritabilidad sincericida que los caracterizan, para organizar su vida de la mejor manera posible, con bases sólidas y orden.
Para Libra, es temporada de ponerse en la piel del otro antes de hablar, de no juzgar, porque pueden arruinar relaciones si se dejan llevar por las ganas de corregir y perfeccionar todo.
Para Escorpio, la energía será desbordante y encontrarán en que canalizarla, ya sea una nueva relación de pareja, o un proyecto laboral o pasatiempo.
Para Sagitario es el momento de poner fin a una situación que los hace sentir atrapados y organizar una salida elegante, meditada, para que sea permanente.
Para Capricornio , en esta temporada encara un proyecto vital, cambios muy importantes en su estructura familiar, laboral también. Deben poner la mente racional en primer plano y no dejarse llevar por todo lo que aparece para confundirlos.
Acuario encara una transformación vital, al estilo acuariano, que es " todo o nada". Deben mantener el paso firme y no dañar gente en el camino, ya que sus arrebatos pueden causar mucha confusión.
Para Piscis es el momento de hablarse a sí mismo con el mismo amor y dedicación que emplean en otros, dejar las lágrimas y conectarse con la espléndida energía amorosa pisciana, que les enseña a fortalecer su espíritu sin entregar tanto de sí.