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Una situación de película se vivió ayer en la localidad de Camogli (Liguria, Italia) cuando un movimiento de la tierra hizo que una parte de un cementerio ubicado en un acantilado cediera y cayera al mar.
Según el recuento realizado por las autoridades, serían 200 los ataúdes que están en el agua y, actualmente, la Policía trabaja en el lugar para intentar recuperar los cuerpos.
Giovanni Totti, el presidente regional, envió un sentido mensaje a los familiares de las personas afectadas y aseguró que "están pasando por momentos de comprensible dolor".
Finalmente, el funcionario prometió que asegurarán la zona para evitar posibles nuevos derrumbes.