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Eli Ben-David cuenta la historia verdadera detrás de "The Attaché", la nueva serie de Starzplay

Pronto entrevistó al director, guionista y protagonista de esta serie dramática que está inspirada en su propia vida.

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La plataforma de streaming Starzplay estrenó The Attaché, una serie israelí de 10 episodios escrita, dirigida y protagonizada por Eli Ben-David, quien se basó en su propia historia para contar las desventuras de Avshalom, un hombre judío israelí de ascendencia marroquí que tiene que dejar su exitosa carrera como músico para mudarse a Francia con su esposa y su hijo dado que ella consiguió un trabajo como agregada en la embajada de Israel en París.

Avshalom pasa de vivir cerca del sol, el mar y sus amigos en Tel Aviv a ser un anónimo inmigrante en una tierra foránea. Como si fuera poco, su llegada a París coincide con el más grande ataque terrorista en la historia de Francia. En completo contraste con su marido, Annabelle florece en la capital francesa: se convierte en una mujer muy ocupada, rodeada de sus seres queridos de la infancia -incluyendo a sus padres- y totalmente adaptada al drástico cambio de vida que están experimentando.

Pronto tuvo la oportunidad de charlar con Eli Ben-David sobre su nueva vida en Europa, y cómo de ello nació esta serie, The Attaché.

-En la serie vemos cómo Anabelle le dice a Avshalom, sin consultárselo previamente, que había aceptado un trabajo y debían mudarse a París. ¿Eso pasó realmente en tu caso?

-Yo estaba muy feliz en Tel Aviv y mi esposa vino un día y dijo: '¡Nos mudamos!' Tan simple como eso. Porque mi esposa creció en Francia, es como su hogar, y obtuvo este trabajo a mis espaldas. ¡Bromeo! -cuenta risueño- La serie está inspirada en mi propia historia. Nos mudamos a París pero, a diferencia de la serie, yo no era músico. En realidad fui baterista pero soy director de cine. No todo lo que sucede en la serie es como en mi vida, exageré un poco, hice todo un poco más dramático. Pero sí era este padre est*pido al que le costaba expresarse. Mis hijos solían decirme: 'Papi, no hables delante de otros chicos porque no sabés hablar francés'. Tuve este miedo honesto de perder a mi esposa, que algo pasara, porque la amo demasiado. La relocación es un proceso muy intenso. Es muy irónico que todo eso le pasara a una pareja en la capital del amor, París. 

-¿Cómo surgió la idea de hacer la serie?

-Toda esta experiencia en Francia me trajo un montón de miedos, dudas, y empecé a escribir sobre ello. No tenía como objetivo escribir una serie sobre esto. Empecé a escribir mi experiencia como si fuera un diario íntimo. Y desde mi país me preguntaron cuál iba a ser mi próximo proyecto como director. Yo les dije: 'No tengo tiempo, estoy acá, intentando adaptarme, tengo que aprender el idioma, cuidar de mis hijos. Quizás mi mujer se está acostando con su guardaespaldas. Déjenme tranquilo'. Y me dijeron: '¿Sabés qué? ¡Ese es tu proyecto!'.

-¿Fue complicado ser el director, guionista y protagonista de The Attaché?

-Un desastre, como el infierno. ¡No lo hagan! Yo no quería actuar en la serie, me parecía suficiente con dirigirla y escribirla. Pero desde Israel me presionaron para que vuelva a actuar. Fue muy desafiante hacer esto porque es un proyecto muy internacional. Filmamos en Israel, Ucrania, París.

Nunca creí que esto fuera a ser un proyecto tan internacional, todavía estoy en shock por eso. Juro que no tenía intención de escribir esto como una serie, y especialmente no una internacional. En ese momento estaba seguro que estaba haciendo un proyecto local, lo escribí en hebreo y en la serie hablo en hebreo. Es un relato muy íntimo, una historia pequeña, no algo de acción, tensión, drama, tipo Guerra Mundial. Es sobre un hombre que ama a su mujer y se pierde en el camino. Nunca imaginé que iba a escribir una serie dramática, internacional, y que terminaría hablando con periodistas de Latinoamérica.

-¿Cómo vivieron esos ataques terroristas en París que ocurrieron en noviembre de 2015?

-Justo habíamos llegado a Francia un mes atrás. Me recordaron a mi juventud. Yo nací y me crié en Israel, y estos eventos son muy dramáticos allá. Nosotros tenemos mucha experiencia con esto. Recuerdo pensar 'ok, está pasando'. La gente alrededor mío en París estaba en pánico, shockeada. Fue algo enorme, no fue solo un ataque. 2015 y 2016 fue una cosa tras otra. Cuando nos mudamos a Europa pensamos que nos estábamos escapando de esas cosas en nuestro hogar. No fueron algo traumático para nosotros porque estábamos acostumbrados a vivir ese tipo de cosas en nuestro país. Fue algo bizarro, extraño, desafiante. 

-¿Alguna vez fuiste víctima de racismo en Francia?

-No, de ninguna manera, nunca en mi vida. Creo que los franceses abrazan a los extranjeros a los inmigrantes. Son muy respetuosos.  

-¿Le pediste permiso a tu esposa para hacer la serie, o aprovechaste y te “vengaste” porque ella no te consultó sobre mudarse a París?

-Cuando estás casado siempre pedís permiso -risas- No se jode con la jefa. En cierta forma, le estaba preguntando 'Qué querés que haga en París? Soy director'. Y ella me dijo: 'Vas a encontrar algo'. Así que cuando este proyecto surgió, le recordé que ella me había dicho que hiciera algo. Fue un poco embarazoso, pero todo lo que escribí lo compartí con mi esposa, y estaba fascinada por la franqueza de mi relato. Además, ella también es artista, así que sabía que yo no podía fingir. Lo que sí, todavía no le permití a mis hijos que vean la serie, son muy pequeños para verla. Lo estoy evitando. Ellos no saben que soy cineasta. En Israel me piden que haga una segunda temporada, y yo les pido que me dejen procesar todo esto. 

Texto: Florencia Falcone

Fotos: Abot Hameiri