Si bien la Bolitoglossa qeqom fue encontrada en 2018, recién durante este fin de semana se dio a conocer la noticia de que los estudiantes de biología de la Universidad del Valle de Guatemala habían descubierto que se trataba de un nuevo tipo de salamandra.
Los jóvenes encontraron a este anfibio oscuro durante una salida de campo y, tras mostrárselo a Daniel Ariano, catedrático de la facultad, comenzaron a analizarlo con mayor detenimiento.
Para poder realizar los estudios, tuvieron que buscar un segundo ejemplar de este animal (según establecen los protocolos). “Ya con estos dos individuos hicimos todos los análisis necesarios, por lo que tomamos todo lo necesario para realizar una extracción de ADN y con estos estudios fue que logramos determinar que sí era una especie nueva, así como al grupo de salamandras que pertenecía”, explicó la bióloga Hellen Dahinten.
La Bolitoglossa qeqom es una salamandra grande de un color negro violáceo uniforme y su principal característica es la de tener tres patas relativamente largas (mientras que su cola es corta).
Sobre los motivos que los podrían haber llevado a descubrirla, Dahinten asegura que puede deberse a un desplazamiento de estos animales hacia nuevos hábitat naturales. "El bosque nebuloso habitado por esta especie ha sufrido una severa destrucción de la región y las acciones de conservación de la tierra son urgentes", detallaron en la publicación guatemalteca El periódico.