Sean “Diddy” Combs enfrenta serias acusaciones de agresión y violencia sexual y sexo facilitado con una sustancia controlada. Los hechos habrían ocurrido a lo largo de dos décadas y es el abogado Tony Buzbee quien dio detalles de los casos de las 120 personas que representa en las denuncias contra el rapero.

En una conferencia de prensa, Buzbee expresó: "Expondremos a los facilitadores que permitieron esta conducta a puertas cerradas. Perseguiremos este asunto sin importar a quién impliquen las pruebas". "Hay mucha gente poderosa… muchos secretos sucios" que rodean el caso. Además, aseguró que junto a su equipo ha "recopilado fotografías, videos, textos".

Según las personas denunciantes, detallan "agresión sexual violenta o violación, sexo facilitado con una sustancia controlada, difusión de grabaciones de video y abuso sexual de menores". Buzbee agregó que se trata de "una lista larga, pero debido a la naturaleza de este caso, nos aseguraremos de que tenemos razón antes de hacerlo".

Como si fuera poco, el abogado detalló que recibió a 3000 personas en su oficina que le relataron sucesos que involucrarían a Combs. Ahora, el paso a seguir será presentar dichas denuncias en sus estados correspondientes, para brindar más detalles. 

Lo más llamativo del caso es que Buzbee dio a conocer sobre los denunciantes que el 62% es afrodescendiente y son de 25 estados distintos, pero la mayoría son de Nueva York, California, Georgia y Florida. Más aberrante aún es saber que unos 25 eran menor de edad cuando ocurrieron los incidentes denunciados que habrían sucedido en 1991. 

La defensa de Sean Combs

Erica Wolff, abogada del rapero, expresó en un comunicado: "Como ha enfatizado el equipo legal del Sr. Combs, él no puede abordar cada acusación sin fundamento en lo que se ha convertido en un circo mediático imprudente. Dicho esto, el Sr. Combs niega enfática y categóricamente como falsa y difamatoria cualquier afirmación de que haya abusado sexualmente de alguien, incluidos menores de edad".

Sean Diddy Combs sigue detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, Nueva York, tras el pedido de los fiscales que lo acusan de tráfico sexual, crimen organizado y transporte para ejercer la prostitución.

Si bien su abogada dice que "quiere demostrar su inocencia", la Justicia le negó la libertad bajo fianza en dos ocasiones.