Hugh Grant, la estrella romántica de tantas comedias y un galán aún a los 64 años, confesó recientemente que ser padre a los 52 años llegó “muy tarde” en su vida, habló sobre el cansancio de tener a sus cinco hijos a una edad avanzada y también de cómo ser padre cambió su personalidad.
En una charla para el pódcast SmartLess, le preguntaron cuántos hijos tiene, a lo que contestó bromeando: “Creemos que cinco”.
“Los tuve cuando ya era muy tarde”, reconoció. “Empecé cuando tenía 52 años”.
Durante décadas, confesó, se reía de los amigos que le decían que tener hijos cambiaría su vida y solo estaba enfocado en su carrera. Tuvo algunos romances escandalosos y se afianzó su imagen de soltero empedernido, que nunca sentaría cabeza, como su personaje de " El diario de Bridget Jones".
Sin embargo en el año 2011 su pareja, la actriz china Tinglan Hong, quedó embarazada y llegó Tabitha, que hoy tiene 13 años. Se separaron muy pronto, y Grant formó pareja con Anna Eberstein, quien dió a luz a John ( 12).
Una separación temporal con Anna devino en un acercamiento a su ex Tinglan, quien quedó embarazada y tuvo a Felix ( 11), por lo que en quince meses Grant fue padre de 3 hijos.
Sobre esa época, bromeó diciendo que necesitaba recluirse “una larga temporada en un sanatorio o en una abadía” por haberse convertido en padre múltiple siendo un hombre de mayor edad. Y agregó: “Muchas veces veo la abadía en la que vive María en La novicia rebelde y desearía vivir allí”.
En 2018, Grant y Anna se casaron, pero antes nació Lulu ( 8) y luego Blue ( 6). Con lo que se completó la familia.
Un inglés transformado
Grant mantiene su vida privada lo más oculta posible y en muy pocas ocasiones se lo ha podido fotografiar con sus hijos. Incluso los nombres de las dos niñas menores no se conocieron hasta el 2022. Pero al parecer, los chicos le dieron al famoso actor la oportunidad de descubrir y explorar nuevos rincones de su propio interior.
En la misma entrevista, el actor aseguró que convertirse en padre le dio “corazón” y “más capas”. “Creo que solía ser un inglés seco, de mediana edad y adicto al golf”, planteó. “Luego tuve hijos y de repente gané sensibilidad y de cierta manera más profundidad”.
En círculos cercanos a la familia Grant aseguran que Anna consiguió llevar en armonía la relación entre los hijos y darle a su esposo la libertad necesaria, para que no se sienta muy presionado por las obligaciones que supone la paternidad.