En los últimos días, se han revelado detalles fascinantes sobre el trato que Meghan Markle y el Príncipe Harry brindan a sus empleados, desmintiendo los rumores de frialdad en su relación con el equipo de trabajo de su fundación, Archwell. Lejos de la imagen distante que a veces proyectan las figuras públicas, la duquesa de Sussex ha sorprendido a muchos con gestos extravagantes y considerados hacia su personal.
De acuerdo con un informe de US Weekly, los duques de Sussex no solo se mantienen en contacto constante con su equipo, sino que también fomentan un ambiente laboral cálido y cercano. Los trabajadores destacan que Meghan y Harry suelen organizar eventos como happy hours y fiestas navideñas, donde se promueve la convivencia y el trabajo en equipo. Además, muestran un interés genuino por el bienestar personal de cada empleado, como lo evidencian algunos regalos inusuales pero lujosos.
Uno de los empleados reveló que, tras adoptar un perro, recibió al día siguiente una correa de marca de lujo y un collar nuevo, un detalle que destaca el nivel de atención y generosidad de Meghan. Además, se sabe que los trabajadores que acaban de ser padres reciben artículos de bebé de alta calidad, algunos nuevos y otros de segunda mano, provenientes de la familia de los duques.
Otro gesto que ha llamado la atención es la actitud personal y detallista de Meghan Markle. Una de las anécdotas que más ha resonado es la de un empleado que mencionó casualmente una molestia en la piel durante una conversación, solo para descubrir más tarde que Meghan le había preparado un kit de productos cosméticos para ayudarle a tratar su condición.
Pero no solo se trata de regalos de lujo o productos cosméticos. Según el reporte, después de reuniones realizadas en su residencia de Montecito, California, Meghan y Harry suelen obsequiar a su personal con cestas de flores frescas, frutas de su propio huerto e incluso huevos de sus gallinas. Estos detalles, lejos de ser tradicionales, demuestran el aprecio de la pareja por su equipo y su deseo de compartir la vida hogareña que han construido.