Si algo sabe Demi Moore es sorprender y reinventarse. Mientras muchas estrellas que brillaron en los 90 hoy se apagaron, ella sigue causando sensación. En el 2019 y con 56 años sorprendió al posar completamente desnuda para la tapa de una revista. A los meses lanzó su autobiografía "Demi Moore: Inside Out" donde contó que fue abusada de adolescente y algunos secretos de su explosiva relación con Ashton Kutcher. En los últimos tiempos sorprendió por el amor con el que acompaña la enfermedad de su ex, Bruce Willis. Hoy con sus espléndidos 62 años logró algo que hace mucho tiempo esperaba. Ser reconocida con el Globo de Oro por su actuación en la película "La sustancia". Aunque parezca increíble es la primera vez que recibe una distinción.
Apenas pisó la alfombra roja, Demi Moore ya impactó luciendo un vestido soñado de Armani privé en tono dorado que acompañó con aros de diamante y su cabello largo y suelto. Si su look impactó mucho más impactó su discurso al ganar el premio en la categoría de Mejor actuación femenina en comedia. “Me siento muy honrada y agradecida. Hace 30 años, un productor me dijo que era una ‘actriz de pochoclo", y pensé que eso significaba que esto era algo que no se me permitía tener. Que podía hacer películas muy exitosas y que ganaran mucho dinero, pero que yo no iba a ser reconocida", comenzó emocionada.
Fue al subir al escenario que la actriz conmovió con un discurso potente: “En esos momentos en los que pensamos que no somos lo suficientemente inteligentes, bonitas, delgadas, exitosas o, simplemente, que no somos lo suficientes, una mujer me dijo: ‘nunca serás suficiente, pero puedes saber lo que vales si dejas de usar la regla para medirte'. Y hoy celebro esto como una prueba de mi totalidad, del amor que me mueve, y del regalo que es hacer algo que amas y que te recuerda que perteneces”. Si hasta ese momento la actriz se había ganado la atención de todos, con esas palabras finales se ganó una ovación.
En "La sustancia", Moore interpreta a Elizabeth Sparkle, una actriz que ganó muchos premios pero que, cumplidos los 50 está en declive. Por eso realiza un innovador tratamiento científico secreto que le permite tener otro yo juvenil, Sue (Margaret Qualley), con el que volvería a su trabajo y brillaría como si tuviera treinta años menos. Lo que parece una mágica solución se transformará en un problema.