"Vive como quiere, sin preocuparse por lo que piensen los demás", así definió Simone de Beauvoir a Brigitte Bardot, la emblemática actriz francesa que en algún momento fue la mujer más famosa del mundo, actualmente pasa un complicado momento de salud. Con 91 años, se encuentra hospitalizada en Toulon, Francia, tras ser sometida a una cirugía hace tres semanas.
La información sobre su estado ha sido limitada, y no se revelaron detalles específicos sobre la naturaleza de su enfermedad. Sin embargo, se sabe que su condición requiere atención médica continua, y permanece bajo supervisión hospitalaria. Según la prensa francesa su estado sería grave. En una de sus últimas apariciones la actriz había reconocido que aunque su cabeza funciona perfectamente, su cuerpo no la acompaña: "Ahora ya no camino en absoluto. Me desplazo con muletas. Bailar es una tortura”, explicaba el año pasado en una entrevista al diario Le Parisien.
Retirada hace décadas de la vida pública, Bardot rompió su silencio en la primavera de 2025 para conceder una entrevista a BFM TV, su primera en más de una década. En esa ocasión, expresó su preocupación por la caza de animales con perros en Francia y reiteró su compromiso con la protección animal, destacando que su propiedad alberga una variedad de animales, incluidos perros, gatos, caballos y cerdos. En esa entrevista, también mencionó que gozaba de buena salud en ese momento.
Brigitte Bardot no es solo una actriz; es un ícono cultural global que marcó una época en el cine y la moda. Saltó a la fama internacional con películas como Y Dios creó a la mujer (1956), dirigida por Roger Vadim, donde su sensualidad y presencia rompieron los moldes de la época, convirtiéndola en símbolo de la liberación femenina y la sofisticación francesa. Su estilo, su actitud y su talento la transformaron en un referente de la cultura pop, inspirando a generaciones de artistas y diseñadores.
Además, su influencia trascendió la pantalla: Bardot se convirtió en un símbolo de compromiso social y ambiental. Tras retirarse del cine en 1973, dedicó su vida a la defensa de los derechos de los animales, creando la Fundación Brigitte Bardot, que protege especies y promueve la adopción responsable. Su figura no solo refleja el glamour del cine francés clásico, sino también una pasión por causas que la han hecho admirada y respetada en todo el mundo.
Su internación generó preocupación entre sus seguidores y la comunidad artística, que esperan su pronta recuperación o una despedida digna para el mito del cine francés.