El misterio sobre la muerte de Diane Keaton finalmente se aclaró. Según publicó People Magazine, el certificado de defunción de la reconocida actriz indica que falleció el 11 de octubre de 2025 a los 79 años, a causa de una neumonía bacteriana primaria, una infección pulmonar grave que se extendió durante varios días antes de su desenlace.
El documento oficial, al que tuvo acceso el medio estadounidense, aclara además que no se registraron otras condiciones médicas que hayan contribuido directamente al deterioro de su salud. Es decir, la neumonía fue la única causa determinante de su muerte. Tres días después, el 14 de octubre, Keaton fue cremada en una ceremonia privada, en medio del dolor y la discreción que siempre caracterizaron su vida personal.
La noticia sorprendió a Hollywood. Nadie imaginaba que la actriz, tan vital y activa, atravesara un cuadro tan delicado. Según allegados citados por People, su salud había comenzado a deteriorarse de forma repentina en las últimas semanas. Algunos amigos íntimos admitieron que no sabían que estaba enferma, lo que hace pensar que Diane prefirió mantener su estado en la más estricta reserva.
La neumonía bacteriana primaria, según especialistas, puede resultar especialmente peligrosa en personas mayores, ya que avanza rápido y puede causar complicaciones respiratorias graves si no se detecta a tiempo. En el caso de Diane, el certificado detalla que la infección se había prolongado durante varios días, lo que sugiere que su cuadro se agravó silenciosamente.
Tras conocerse la causa de su muerte, la familia de Keaton emitió un comunicado agradeciendo el apoyo recibido y pidió que, en lugar de enviar flores, los admiradores hicieran donaciones a bancos de alimentos o refugios de animales, causas que la actriz apoyaba.
La industria del cine y sus colegas también expresaron su tristeza en redes sociales, recordándola como una mujer talentosa, excéntrica, sensible y profundamente auténtica. Diane Keaton fue mucho más que una actriz: fue una figura que rompió moldes, que impuso estilo y que se ganó el cariño de generaciones con películas inolvidables como Annie Hall, El Padrino, Something’s Gotta Give y The First Wives Club.
Su partida deja un vacío enorme, pero su legado —hecho de humor, inteligencia y una elegancia tan natural como rebelde— quedará para siempre.