El sábado pasado se llevó a cabo el funeral del Papa Francisco, en el cual estuvieron presentes cientos de personalidades, presidentes, líderes espirituales y monarcas de todo el mundo. Sin embargo, hubo algunas ausencias que se hicieron notar.
Si bien el príncipe William asistió a la Basílica de San Pedro, Kate Middleton no viajó para el último adiós del Sumo Pontífice y muchos se preguntaron el motivo de su ausencia. Esto despertó las alarmas y generó preocupación en torno a su salud.
Fuentes cercanas a la princesa de Gales señalaron que, si bien tenía un gran respeto por la labor del Papa Francisco y su obra, los médicos le recomendaron no viajar, en primer lugar, ya que se trataba de un largo y agotador viaje que podría generarle estrés.
"Participar en un evento de tal magnitud implicaba traslados, protocolos estrictos, exposición pública y un nivel de estrés físico o emocional que, para alguien en proceso de recuperación, puede representar un riesgo innecesario", indicó el medio Vanidades.
Al llegar al funeral, el príncipe William compartió asiento con el príncipe heredero Haakon de Noruega y su esposa, la princesa Mette Marit. No fue el único representante británico ya que también estuvo el primer ministro británico, Keir Starmer, quien encabeza la delegación del Gobierno del Reino Unido.