Carl Rinsch, creador de la serie Conquest —rodada en parte en Uruguay y con Keanu Reeves como productor— fue detenido en California tras ser acusado de estafar a Netflix por más de 11 millones de dólares.
El director Carl Rinsch fue arrestado en West Hollywood, California, acusado de haber defraudado a Netflix por una cifra millonaria con la producción de Conquest, una ambiciosa serie de ciencia ficción que se filmó parcialmente en Montevideo en 2018. La noticia marca un giro dramático para un proyecto que alguna vez fue presentado como un hito del audiovisual en Uruguay.
Rinsch había llegado a Uruguay con grandes promesas. En 2014 se casó en Montevideo con la modelo uruguaya Gabriela Rosés —también productora de la serie— y en 2018 comenzó el rodaje de Conquest, una historia distópica que contaba con el respaldo de Netflix y la producción ejecutiva de Keanu Reeves, amigo personal del director desde que trabajaron juntos en 47 Ronin.
Durante su paso por Uruguay, el proyecto generó gran expectativa. Fue uno de los primeros en acogerse al Programa Uruguay Audiovisual, que ofrece beneficios fiscales a las producciones extranjeras. El rodaje movilizó a decenas de técnicos y actores locales, y se convirtió en un símbolo del auge de la industria audiovisual local. Pero la serie jamás se terminó.
Una estafa disfrazada de éxito
Según reveló The New York Times, Netflix había invertido un total de 55 millones de dólares en la serie, tras una puja con otras plataformas como Amazon, HBO y Apple. Sin embargo, jamás recibió un solo episodio completo. Rinsch, con control casi total sobre el presupuesto, desvió millones hacia inversiones personales en criptomonedas, acciones y artículos de lujo.
De los últimos 11 millones que le giró la plataforma, 10,5 millones fueron utilizados para comprar acciones —incluidas las de una empresa que afirmaba tener la cura del COVID-19—, lo que le generó pérdidas millonarias. Lo restante fue invertido en Dogecoin, una jugada que sí le rindió frutos: llegó a tener 27 millones de dólares, con los que compró autos de lujo —incluidos un Ferrari y cinco Rolls Royce—, muebles de diseño y ropa de alta gama.
Comportamientos erráticos y denuncias
El informe del Times también menciona comportamientos excéntricos y alarmantes por parte de Rinsch: afirmaba poder predecir dónde caerían rayos, descubrir mecanismos secretos de transmisión del COVID-19 y fue acusado de maltratar al equipo en San Pablo. En Budapest llegó a denunciar a su esposa por intento de asesinato.
A pesar de estas señales, el director demandó a Netflix en 2021 por 14 millones de dólares alegando incumplimiento de contrato. En paralelo, la plataforma optó por cancelar el proyecto y darlo por perdido.
La caída de Rinsch deja al descubierto uno de los fraudes más llamativos dentro del mundo del entretenimiento reciente, con ramificaciones en varios países y un capítulo clave en Uruguay, donde todo parecía una gran oportunidad que terminó en escándalo.