Brad Pitt rompió el silencio sobre uno de los momentos más complejos y transformadores de su vida: su batalla contra las adicciones. En una reciente participación en el podcast Armchair Expert, conducido por el actor Dax Shepard, Pitt compartió detalles profundamente personales sobre cómo enfrentó sus problemas con el alcohol y otras conductas autodestructivas, y cómo su primer día en rehabilitación marcó un antes y un después.
Durante la conversación, Brad Pitt de 60 años habló sin filtros sobre los excesos que dominaron su vida durante los años 90. En ese entonces, el éxito y la fama parecían cubrirlo todo, pero por dentro, según sus propias palabras, atravesaba una crisis silenciosa. “Bebía en exceso, fumaba todo el tiempo, comía sin conciencia y dormía mal. Me había perdido a mí mismo”, recordó. Lo que desde afuera podía parecer una vida envidiable, escondía un desorden emocional y físico que finalmente le pasó factura.
El punto de ruptura llegó tras atravesar varias situaciones personales difíciles que lo obligaron a frenar y mirar hacia adentro. Fue entonces cuando decidió buscar ayuda y comenzar su camino en Alcohólicos Anónimos. Según relató, su primer día en el grupo fue especialmente duro, pero también revelador. “Estaba destruido, pero rodeado de personas que no me juzgaban. Por primera vez, sentí que podía contar mi verdad sin miedo. Fue como una bocanada de aire fresco en medio del caos”.
Brad Pitt también se refirió al impacto de hablar abiertamente sobre estos temas, especialmente viniendo de una figura tan reconocida. Aseguró que su intención no es generar compasión, sino visibilizar lo que muchas personas viven en silencio. “Durante años me refugié en el trabajo, en los personajes. Pero llega un punto en que tenés que dejar de actuar y encontrarte con vos mismo”, confesó. Para él, pedir ayuda no es una muestra de debilidad, sino un paso valiente hacia la sanación.
En la actualidad, el actor se encuentra enfocado en su bienestar y en proyectos que lo motivan creativamente. Entre ellos, destaca la producción de una película sobre Fórmula 1 junto a Apple y Lewis Hamilton. Además, mantiene una relación estable con la diseñadora Ines de Ramon, con quien comparte su vida en Los Ángeles. Alejado de los excesos y en sintonía con una versión más serena de sí mismo, Brad Pitt demuestra que la reconstrucción personal es posible, incluso en medio de los reflectores.
Con su testimonio, Brad Pitt se suma a la creciente ola de celebridades que eligen hablar con honestidad sobre salud mental, adicciones y procesos de recuperación. Su relato, lejos de ser una confesión dramática, es un acto de valentía y un mensaje claro: nunca es tarde para empezar de nuevo.