Los problemas para Adrián Marcelo parece que se siguen acumulando, y es que es ahora el propio Poncho de Nigris quien está en su contra y lo ha retado ¡a una pelea a golpes!
En entrevista con Jorge El Burro Van Rankin, el también exintegrante de La Casa de los Famosos México aseguró que desde hace mucho ya traen ganas de pelearse, debido a un amor-odio que se tienen, y que no encuentra mejor momento que este para llevarlo a cabo, pues aseguró que no le va a perdonar el haber hablado mal de él dentro del reality de Televisa.
"No voy a permitir que me vuelva a faltar al respeto públicamente y ya...hay una competencia pend*ja y hay una relación amor-odio entre nosotros. Yo, sinceramente Adrián, me gustaría...íbamos a hacer una pelea hace mucho y ahora sí que está caliente y que hay movimiento fuerte, te invito a que se acaben los rencores y las rencillas y vamos a hacer una pelea en la Arena Monterrey", destacó.
Pero eso no fue todo, el integrante del llamado Team Infierno de la primera temporada de dicho reality show, aseguró que él se acercó al influencer para darle consejos, incluso se tomó el tiempo de contarle cómo eran las cosas adentro, pero que éste lo ignoró y por eso acabó todo mal para él.
"Yo lo conozco y me hubiera gustado que fuera de otra manera. No fue tan inteligente en este proyecto, yo sí porque he estado en tres; le dije: ‘Entra, juega con el corazón’ y entró y quiso jugar con estrategia. Antes de que entrara le dije que jugara bien, que se guiara por algunos de los grupos, que fuera de menos a más, pero entró bien riata...Yo quería ayudarlo para que le fuera bien y estábamos en comunicación antes, pero como que le valía madres mi punto de vista”, reveló.
Cabe destacar que tras la polémica expulsión y salida del youtuber mucho se ha hablado, incluso se dijo que la producción de la icónica empresa televisiva está de cabeza, y que la salida de los patrocinadores provocaron toda una guerra interna entre trabajadores, situación que se sigue arreglando con los abogados de Adrián Marcelo pues él dejó de contestarles los teléfonos. ¡Ufff!