Durante la temporada de lluvias, los hogares suelen enfrentar un enemigo silencioso pero desagradable: los malos olores. Aquí te decimos por qué ocurren y cómo prevenirlos de forma sencilla y efectiva.
La humedad constante, los cambios de temperatura y la falta de ventilación son factores que propician la aparición de olores desagradables en casas y departamentos durante la época de lluvias. Estos olores suelen originarse en el drenaje, las paredes con filtraciones, los muebles húmedos e incluso en la ropa guardada por mucho tiempo.
¿De dónde vienen esos malos olores?
Uno de los principales culpables es el sistema de drenaje. Cuando llueve intensamente, las tuberías pueden acumular agua estancada o residuos que provocan gases que suben por los sifones. También pueden surgir aromas molestos desde los desagües de lavabos, regaderas y fregaderos.
Por otro lado, la humedad atrapada en paredes, alfombras o clósets favorece la aparición de moho, lo que genera un olor a humedad difícil de ignorar.
Consejos para mantener tu casa libre de olores en temporada de lluvias:
Ventilación diaria: Abre ventanas al menos unos minutos al día, incluso si llueve. El flujo de aire ayuda a eliminar la humedad y renovar el ambiente.
Revisa las trampas de agua: Los sifones secos son fuente de olores. Asegúrate de que tengan siempre un poco de agua para evitar que suban los gases del drenaje.
Limpia desagües con vinagre y bicarbonato: Una mezcla casera y efectiva para eliminar residuos que producen mal olor. Hazlo una vez por semana.
Usa absorbentes de humedad: Coloca bolsitas de carbón activado, bicarbonato o productos antihumedad en clósets, zapateras y cajones.
Evita tender ropa dentro de casa: Si no hay más opción, asegúrate de que haya ventilación o usa deshumidificadores para evitar que la humedad se acumule.
Atiende filtraciones: Revisa techos y paredes para detectar posibles goteras o manchas. Una reparación a tiempo evita hongos y malos olores.