A Meghan Markle ya la vimos dando el "Sí, quiero" para convertirse en la duquesa de Sussex, y junto al Príncipe Harry en algunos eventos pero este jueves asistió por primera vez sin su flamante marido a un evento, nada menos que junto a la Reina Elizabeth II.
La duquesa y su 'abuela' política viajaron juntas en tren hacia el noroeste de Inglaterra, por varios eventos, entre ellos la inauguración del esperado Puente Gateaway Mersey. Mientras que la Reina eligió un traje muy parecido al que usó para la boda real en el mes de mayo, esta vez de color verde lima, Meghan deslumbró con un vestido tipo lápiz color beige de Givenchy con un cinturón negro en la cintura. Esta vez, y después de las críticas que recibió por su look durante el evento Trooping the Colour por usar un vestido sin mangas, cubrió sus brazos con una media capa del mismo tono del vestido, y terminó su look con zapatos stilettos y sobre, ambos en negro.
"Es la manera de la Familia Real, todo parte del entrenamiento y de que se acostumbre a estar en público y bajo escrutinio. Mostrándole a la gente cómo funciona todo es una gran prioridad para la Reina", expresó un portavoz del Palacio.
Meghan causó sensación entre los presentes, que la esperaron con cartas, flores y saludos cariñosos. Y eso se evidenció en su porte, que a diferencia del último evento, se dulcificó y relajó y la permitió hasta compartir risas con su nueva 'abuelita'.