Los días nublados en verano pueden ser un desafío para elegir el outfit perfecto. Con temperaturas altas, pero sin la presencia directa del sol, es importante optar por prendas frescas y cómodas que se adapten al clima, mientras mantenés tu estilo intacto. A continuación, cómo armar looks ideales para disfrutar de un día nublado y caluroso sin perder ese toque veraniego.
Para la base de tu look, elegí prendas ligeras como vestidos de algodón o lino. Estos materiales permiten que la piel respire y son perfectos para mantenerte fresca incluso si la humedad aumenta. Un vestido en tonos claros, como blanco, beige o pasteles, no solo aporta frescura sino que también da un aire relajado y elegante, ideal para cualquier ocasión.
Si preferís combinar piezas, optá por shorts de jean o lino y una blusa holgada o una remera de algodón. Las camisetas básicas en colores neutros o con estampados discretos son opciones versátiles que podés adaptar fácilmente a cualquier estilo. Si el día tiene un poco de viento, podés añadir una camisa liviana abierta o un kimono para completar el look.
En cuanto al calzado, las sandalias planas o alpargatas son las mejores aliadas. Son cómodas, frescas y te permiten caminar sin preocuparte por el calor. Si planeás pasar el día en un lugar más casual, las zapatillas de lona también son una excelente alternativa para complementar el outfit.
Los días nublados también son una buena oportunidad para jugar con accesorios coloridos. Sumá collares, pulseras o aros en tonos vibrantes que contrasten con las prendas ligeras y aporten un toque de alegría a tu look. Además, no te olvides de un sombrero de ala ancha o una gorra para protegerte de la luz difusa, que también puede afectar tu piel.
Por último, llevá un bolso pequeño o una mochila cómoda para guardar tus esenciales, como una botella de agua para mantenerte hidratada, protector solar y unas gafas de sol, ya que aunque el cielo esté cubierto, la radiación UV sigue presente.