Con cada nuevo año llegan las ganas de cambiar y renovarse, y el color de cabello es una de las transformaciones más elegidas. Más allá de la estética, teñirse puede ser una forma de marcar un nuevo comienzo, expresar la personalidad o simplemente darle un toque diferente al look.
Este 2025, las tendencias en coloración capilar apuntan a tonos elegantes y sofisticados que logren un equilibrio entre lo natural y lo vibrante.
Este año, la coloración se centra en tonos con profundidad, brillo y matices que realzan el rostro. Atrás quedaron los rubios platinados y los negros intensos: ahora, los tonos cálidos y los colores con reflejos sutiles son los protagonistas.
Las redes sociales como Pinterest ya muestran cuáles serán las opciones más pedidas en los salones y los tintes más buscados en las góndolas de supermercados y farmacias.
El mocha mousse se perfila como el color más elegido de la temporada. Inspirado en los tonos del café con leche y el chocolate suave, este color logra una fusión perfecta entre el marrón clásico y reflejos cálidos que aportan luminosidad al rostro.
Es una opción ideal para quienes buscan un cambio sutil pero impactante, ya que su versatilidad permite adaptarse a cualquier tono de piel y estilo.
Para quienes desean lograr este color sin dañar el cabello, los tonos 4U, 5U y 6U de tinturas sin amoníaco brindan una opción que no solo otorga un acabado natural y brillante, sino que también protege la fibra capilar. Además, esta coloración ofrece cobertura total de canas y mantiene la suavidad del pelo sin resecarlo.
Los tonos rojizos ya llevan varias temporadas marcando tendencia, pero en 2025 evolucionan hacia matices más oscuros y profundos. Los colores como el borgoña, el caoba y los rojos vino serán los más elegidos, logrando un equilibrio entre lo audaz y lo elegante.
Estos tonos son ideales para quienes buscan un cambio más radical y llamativo, pero sin perder sofisticación. Las tinturas en tonos 5.62 y 4.6, con tecnología de coloración intensa, ofrecen un resultado vibrante y duradero sin perder el brillo natural del cabello. Gracias a sus pigmentos de alta intensidad, el color se mantiene intacto por más tiempo, sin necesidad de retoques frecuentes.
Para que el color se mantenga vibrante y el cabello luzca sano, es clave incorporar una rutina de cuidado capilar adecuada. Los productos con ingredientes hidratantes como el coco, la keratina y los aceites naturales ayudan a reparar la fibra capilar después de la coloración y evitan la resequedad.
Los expertos recomiendan utilizar shampoo y acondicionador sin sulfatos, así como aplicar mascarillas nutritivas una o dos veces por semana.
Además, el uso de protectores térmicos es fundamental para evitar el daño por el calor de la plancha o el secador. Ya sea con tonos marrones sofisticados o rojizos intensos, este año las tendencias en coloración apuntan a la naturalidad, el brillo y la profundidad en los reflejos.