La actriz Eugenia Guerty fue invitada al programa Sola en los Bares, donde compartió mesa con su colega Malena Luchetti. Durante la entrevista, se refirió a su experiencia trabajando con el hoy cuestionado Julio Chávez, a quien acompañó como asistente en la academia de danza de la serie El Maestro. En diálogo con la periodista Karim González, Guerty destacó la exigencia y rigurosidad del actor, aunque aseguró haber tenido un vínculo positivo con él.
“Mi experiencia fue buena, conmigo fue muy amoroso. Creo que tiene un nivel de exigencia muy alto, tanto para sí mismo como para su entorno. Eso sucede con personas que buscan la perfección y, a veces, se involucran en aspectos que no les corresponden. Todos podemos caer en eso, en opinar sobre el trabajo ajeno. Y no está bien. Lo correcto sería decir: ‘Dejame que eso me lo marque el director’ o ‘yo me autorregulo’. Pero insisto, conmigo fue todo muy amoroso”, expresó la actriz, quien actualmente forma parte del elenco de Tarascones en el Teatro Metropolitan y de Cae la noche tropical en Hasta Trilce.
En ese contexto, González le preguntó si Chávez se involucró en su trabajo de forma similar a como lo hizo con Facundo Arana en Farsantes. “Creo que alguien que ha sido maestro y director durante tantos años desarrolla esa mirada, le sale naturalmente. En su momento me hizo algunos aportes que valoré. Yo tengo la humildad de aceptar lo que suma, sin ofenderme ni enojarme. Si alguien me dice algo constructivo, lo tomo. Claro que hay comentarios que uno percibe como malintencionados, pero con el tiempo uno aprende a tomar distancia de las personas que no aportan. Julio, en mi caso, fue respetuoso y afectuoso”, remarcó.
Por su parte, Malena Luchetti -quien ganó su primer Martín Fierro a los 8 años por Campeones de la vida- sumó su perspectiva sobre la dinámica actoral: “No me meto con el trabajo de los colegas. En general, los actores somos exigentes. Hay una bajada de grupo que uno intenta seguir, pero si me pongo a pensar, no hay persona más obsesiva e insoportable que yo misma. Escucho a los maestros, claro, pero cada uno encuentra su forma”.
Guerty agregó una reflexión que resonó en el estudio: “Primero nace el discípulo y después el maestro. No tiene sentido dar consejos a quien no los pidió. Uno tiene que estar receptivo para que el aprendizaje ocurra”.
Más adelante en la charla, la actriz habló sobre su papel como Charito Páez en la serie El amor después del amor, basada en la vida de Fito Páez. “La tía Charito fue clave en el desarrollo de la trama del crimen. No tuve acceso a mucho material sobre ella. Es un personaje que todos escuchamos nombrar por Fito, que la amaba profundamente, pero en realidad no la conocemos. Interpretarla fue un reto importante porque representa una figura crucial en la historia y en su vida”, relató.
“Fue hermoso filmar esa parte. Me impactó porque recordaba esa tragedia desde chica. Sabía muy poco, apenas había visto una foto. Fue un gran desafío actoral”, concluyó Guerty en diálogo con @karim.gonzalez.periodista.