El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común y la principal causa de mortalidad en las mujeres. Se estima que cerca de una de cada 12 lo tendrán a lo largo de su vida, según la Organización Mundial de la Salud.
Los avances en los tratamientos desde 1980 han sido realmente significativos, logrando que en los países de ingresos elevados la mortalidad por cáncer de mama normalizada por edades se reduzca en un 40%. En los países de ingresos bajos y medianos esas mejoras todavía no se han logrado. La mejora de los resultados es fruto de la combinación de la detección precoz y las terapias eficaces, basadas en cirugía, radioterapia y farmacoterapia, señala la OMS.
Desde FUCA indican que actualmente se sabe que mejorando el estilo de vida, es decir, no fumando, llevando una alimentación variada y equilibrada, limitando la ingesta de alcohol y realizando frecuentemente actividad física, se puede disminuir sensiblemente el riesgo de padecerlo. Y agregan que si esta enfermedad se detecta en estadios iniciales, la posibilidad de curación es cercana al 95%. Por ese motivo son tan importantes los controles médicos frecuentes y la realización de estudios de detección precoz, lo que se denomina la prevención secundaria.
“Un examen médico, una mamografía, salva muchas vidas y ocupa mucho menos recursos en salud. Ha habido mejoras sustanciales en el tratamiento y el conocimiento del comportamiento biológico de este grupo de enfermedades que tendrán diferentes enfoques terapéuticos. El abordaje de la patología por diversos especialistas involucrados en la atención integral del paciente (equipo multidisciplinario) ha conseguido optimizar los resultados. Pero considero que las campañas deben apuntar a detectar precozmente la enfermedad o a reducir su frecuencia con hábitos saludables. Cuanto más pequeño es el problema, más sencilla es la solución”, señala el Dr. Jorge Nadal (MN 63.490), oncólogo clínico.
El especialista añade: “Hay enemigos muchas veces desapercibidos como es el miedo y las informaciones falsas o difamatorias de la medicina, o no científicas que pueden hacer perder un tiempo crucial para lograr el objetivo de curarse. Que el miedo no bloquee la posibilidad de controlar a tiempo un problema potencial y recurrir a la medicina lo antes posible”.
Además, desde FUCA advierten que el hombre también puede tener cáncer de mama, pero en una menor frecuencia (1%).
En tanto, a raíz de la pandemia de Covid-19 los controles disminuyeron notablemente. “Tenemos que animarnos a hablar de cáncer, con las palabras precisas, sin tabúes, sin prejuicios, sin estereotipos, porque poniendo sobre la mesa el tema seguramente podamos contribuir a mejorar la prevención y la detección a tiempo, dos aspectos indispensables para mejorar la supervivencia ante el cáncer”, remarcó el Dr. Matías Chacón (MN 86.697), médico oncólogo, miembro del Consejo de FUCA.
Las chances de curación o control del cáncer de mama son muy elevadas si el diagnóstico se realiza a tiempo. “Es indispensable visitar al médico y realizarse los chequeos correspondientes en cada etapa de la vida con la periodicidad que el profesional indique. Aun sin síntomas, no hay tiempo que perder. Una consulta a tiempo, un hallazgo inesperado, puede permitir un mejor abordaje”, subraya el Dr. Chacón.