SALUD VISUAL

Claves para prevenir los problemas de visión frecuentes en adultos mayores

Desde las afecciones oculares más graves hasta las sencillas tendrán un mejor pronóstico si se diagnostican de manera precoz.

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Con el paso del tiempo suelen aparecer problemas de visión relacionados con la edad. La mayor expectativa de vida hace que muchas más personas convivan con afecciones oculares.

Los problemas visuales más frecuentes en los adultos mayores son la presbicia (dificultad para ver objetos a corta distancia), atrofia del dilatador de la pupila (necesitan más luz ambiental para poder leer cómodamente, deslumbramiento por la luz del sol y el resplandor), desprendimiento de vítreo (aparición de “moscas volantes” que se desplazan con el movimiento de los ojos y puede causar ceguera), cristalino (visión con menor contraste y mayor deslumbramiento), ojos secos (las gotas lubricantes y recetadas pueden aliviar los síntomas), señalan desde el Consejo Argentino de Oftalmología y Transitions Optical.

En tanto, otros trastornos oculares pueden resultar en una pérdida de capacidad visual que dé lugar a baja visión o ceguera. Aquí la consulta a tiempo juega un rol clave. Estas afecciones son:

Cataratas: áreas nubladas en el cristalino del ojo que ocasionan una visión cada vez más borrosa y forma parte inevitable del envejecimiento. El tratamiento consiste en una cirugía con anestesia local en forma ambulatoria.

Glaucoma: con la edad, el campo visual va disminuyendo y si bien es una enfermedad incurable, un 90% de la ceguera que provoca el glaucoma podría evitarse mediante la detección temprana y tratamiento. Puede ser tratado con gotas para ojos recetadas por el médico oftalmólogo, con láser o con cirugía.

Degeneración macular relacionada con la edad (DMRE): es un trastorno que daña lentamente la visión central, lo cual dificulta las tareas más comunes, tales como leer, escribir, cocinar y/o conducir. Hay muchos tratamientos para este trastorno y es muy importante corregir los factores de riesgos, en especial abandonar el tabaco y mejorar la dieta.

Retinopatía diabética: es la causa más común de pérdida de la visión en personas diabéticas. Se origina por el daño producido a los vasos sanguíneos de la retina, que se vuelven permeables o se obstruyen a causa de la descompensación metabólica de la diabetes. La detección y el tratamiento en etapa temprana pueden reducir el riesgo de ceguera en un 95%.

Los expertos recomiendan el uso diario de anteojos de prescripción o de sol que tengan una efectiva protección contra los rayos UV-A y UV-B y la luz azul nociva en el interior (y especialmente en el exterior) y usar lentes de alta calidad óptica. Además, se debe consultar al oftalmólogo por lo menos una vez al año.