SALUD REPRODUCTIVA

HIV y embarazo: Cuidados y alternativas para evitar el contagio al bebé

Si bien el virus del sida no afecta la fertilidad, los tratamientos de reproducción asistida son una buena opción a la hora de planificar un embarazo sano y sin riesgos.

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El Virus de la Inmunodeficiencia Humana, más conocido como HIV o Sida, afecta a 136 mil personas en Argentina, según datos del Ministerio de Salud. Si bien no genera daños en la fertilidad de hombres ni de mujeres, a la hora de planificar un embarazo los tratamientos de reproducción asistida son una buena alternativa para evitar la transmisión al recién nacido y a la pareja (cuando un miembro tiene VIH y el otro no).

“La idea de los tratamientos es lograr que una pareja serodiscordante, ya sea él o ella positivo, consigan tener un embarazo sin el riesgo de transmisión de HIV entre ellos”, asegura la doctora Natalia Fernández Peri, directora médica WeFIV. En el caso de que el varón sea positivo y la mujer no, mediante los tratamientos de reproducción asistida es posible evitar el contagio de la futura madre. Para esto, se indica un tratamiento de reproducción, de baja o alta complejidad, con semen lavado y testeado por un estudio PCR. Con dicho examen es posible identificar si existe virus en el plasma seminal. “Si el resultado es negativo, se puede utilizar esa muestra para cualquier tratamiento de reproducción asistida”, explica Fernández Peri.

Además, en casos de varones negativizados, es decir sin detección de virus en sangre, existe la posibilidad de tener relaciones sexuales programadas de forma puntual durante la ovulación de la mujer. Esta situación puede llevarse a cabo únicamente con autorización y expresa aprobación del infectólogo tratante.

En el caso de que la mujer sea HIV positiva, para evitar el contagio al otro miembro de la pareja, se recomienda la técnica de Inseminación Artificial, siempre y cuando los integrantes de la pareja tengan sus aspectos reproductivos dentro de parámetros normales, indica Fernández Peri.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que el VIH se transmite en el embarazo de la madre al bebé. “Se llama transmisión vertical porque es un virus que atraviesa la placenta. También se transmite por la leche materna y por el contacto con la sangre en el canal del parto”, detalla Fernández Peri y continúa: “Para evitar la transmisión vertical lo que hay que hacer es un tratamiento antirretroviral (TAR) en la mujer embarazada. Además, a las mujeres HIV positivas se les indica cesárea para evitar el contacto con la sangre en el canal de parto. Por otro lado, no deberían amamantar al recién nacido debido al riesgo de transmisión por la leche”.

Para terminar, la especialista afirma que existen opciones para llevar a cabo un embarazo de forma cuidada, evitando que el bebé y que alguno de los miembros de la pareja se contagie el virus. Es importante conocerlas y analizar con los especialistas cuál es la más adecuada según cada situación particular. Hay profesionales dedicados a acompañar a cada paciente que desea traer vida al mundo para concretar su deseo con las debidas precauciones.

Fertilidad resguardada

Para las mujeres HIV positivas el congelamiento de óvulos puede ser otra alternativa posible, a pesar de que no existe ninguna indicación específica de que una persona con Sida deba preservar su fertilidad. En estos casos, el procedimiento está más vinculado a la edad en la que la mujer desee ser madre que a las complicaciones del virus en sí mismo. Por ejemplo, si existe una patología de base -ya sea infectológica o tumoral- que la obligue a retrasar la maternidad, guardar óvulos es una buena opción.