Tener la piel flácida es algo completamente normal que ocurre con el paso del tiempo por la pérdida de elastina y colágeno debido al envejecimiento. Pero además, si llevás una vida sedentaria tendrás flacidez muscular.
También hay otras cuestiones que influyen: cambios bruscos de peso, sobrepeso, obesidad, embarazos, hormonas y exposición prolongada al sol.
La elasticidad y resistencia de la piel de la cara, mejillas, cuello, brazo, pecho, abdomen, piernas y cola va disminuyendo con los años. La buena noticia es que existen diversos tratamientos cada vez más innovadores que te ayudarán a combatirla y que mediante cambio de hábitos podrás retrasarla.
Tratamientos no invasivos
Para estimular el colágeno de la piel y brindarle elasticidad hay muchas opciones de tratamientos que se deben realizar en gabinete o consultorios autorizados, con personal especializado.
Radiofrecuencia multipolar: permite combatir el envejecimiento de la piel, la acumulación de grasa difícil y la flacidez corporal y facial.
Mesoterapia: se coloca en la piel microdosis de medicamentos con inyecciones en el lugar más cercano a la patología. Con bajas dosis se consigue buena respuesta terapéutica y no hay efectos secundarios.
Hilos tensores: se insertan debajo de la piel de la cara, papada y cuello para revitalizarla, darle luminosidad y tensarla.
Plasma rico en plaquetas: se obtiene de la sangre del mismo paciente y se reinyecta. Contribuye con el rejuvenecimiento cutáneo, facial y corporal.
Cambio de hábitos
Para retrasar la aparición de la flacidez:
- Hacer ejercicio (el que más te guste)
- Alimentación saludable
- Dormir bien (7 a 8 horas de noche)
- Beber por lo menos dos litros de agua por día
- Evitar la exposición al sol entre las 10 y 16 y usar protector solar siempre
- Aplicarse cremas corporales hidratantes a diario