DIETAS MILAGRO

Ayuno intermitente: el secreto de las celebrities para adelgazar

Jennifer Aniston, Nicole Kidman, Jennifer López, Beyoncé, Scarlet Johannson ,Reese Whiterspoon y hasta Hugh Jackman hacen ayuno intermitente. La dra. doctora Juliana Mociulsky, médica endocrinóloga, explica los beneficios posibles, cómo hay que realizarlo y quienes no deben hacer este ayuno.

Escrito en SALUD el

Muchas personas están siguiendo hoy los consejos de médicos, nutricionistas y también " gurúes" de las redes sociales para hacer el llamado ayuno intermitente, como un método que permite recuperar al organismo y perder peso con más facilidad. Como siempre, la historia comenzó entre las celebridades donde se difundió rápidamente. Se sabe que Jennifer Aniston, Nicole Kidman, Jennifer López, Beyoncé, Scarlet Johannson ,Reese Whiterspoon, y hasta Hugh Jackman hacen ayuno intermitente, por supuesto guiados por especialistas que les cobran miles de dólares la consulta.

 

La mismísima Jennifer Aniston contó a la revista británica Radio Times: "Hago ayuno intermitente, por lo que no hay comida por la mañana. Noté una gran diferencia al no tener alimentos sólidos durante 16 horas",  aclara porque bebe líquido como café, zumos naturales y agua durante 16 hs en las que no cena, duerme y no desayuna. La actriz ha confesado que ha notado grandes cambios en su salud desde que lleva este régimen a la práctica en su alimentación. 

Este método de ayuno intermitente... ¿En qué consiste? ¿Sirve solo para adelgazar? Tiene sus ventajas y desventajas, explica la doctora Juliana Mociulsky, médica endocrinóloga (M.N. 95.300), quien subrayó que todas las dietas deben ser indicadas por un profesional matriculado en Nutrición que además conozca en profundidad este tipo de patrones alimentarios para evitar consecuencias no sólo en la salud física sino también mental.

¿Sirve ayunar para bajar de peso?

"El ayuno se practica desde hace miles de años por diferentes religiones, pero en los últimos años surge como una estrategia nutricional alternativa que implica restringir la ingesta de alimento durante ciertos períodos del día o prolongar el intervalo de ayuno entre comidas," dice la doctora que aclara que esta técnica no tiene grandes contraindicaciones en personas sanas.

"Sus beneficios - explica la médica - se asientan sobre la producción de cetonas que aparecen luego de al menos 12 horas de ayuno y se convierten en la fuente de energía más eficiente en los músculos y posiblemente en el cerebro, mejorando la bioenergética y la actividad conectiva de las neuronas. También - comenta - suprime la inflamación, reduciendo la expresión de citocinas proinflamatorias como la Interleuquina 6 (IL-6) y el Factor de Necrosis Tumoral α (TNF-α)- " Por esta razón, muchas personas que adhieren al ayuno intermitente afirman que se sienten con más energía y claridad mental. 

La clave, asegura la médica y otros especialistas coinciden con ella es que cuando se consumen alimentos estos sean de calidad, sin exceso de grasa y cero azúcar, para que el organismo siga en cetosis, esto es, usando grasas como combustible. De esta forma, se consigue que descienda la tensión arterial, baje la resistencia a la insulina, y se produzca el tan ansiado descenso de peso. Sin al ayuno le sigue una ingesta de comidas con harinas y azúcares, los hidratos de carbono toman la delantera y se gastan primero que la grasa, con lo que se suspende el resultado de cetosis.

¿Qué precauciones hay que tomar?

Como toda propuesta alimentaria, la recomendación debe ser personalizada y teniendo en cuenta también el estilo de vida de las personas. "Hay a quienes el ayuno intermitente les resulta cómodo o funcional y la modalidad más difundida es la de hacer 16 horas de abstinencia de alimentos y ocho horas de ingesta todos los días. Lo que muestran los estudios es que puede ser efectiva sobre la pérdida de peso a corto plazo y reducción de la  grasa abdominal. A nivel metabólico, puede mejorar la sensibilidad a la insulina, pero faltan estudios a largo plazo para conocer sus efectos sobre el riesgo cardiovascular," responde Mociulsky. "Este tipo de propuesta alimentaria puede provocar hambre, irritabilidad y disminución en la concentración durante los períodos de restricción de alimentos. Estos efectos secundarios son iniciales generalmente y desaparecen aproximadamente al mes. "

"Es necesario advertir - enfatiza- que no debe recomendarse en personas que padecen o han padecido trastornos de la conducta alimentaria, tendencia al estrés y ansiedad. La restricción del ayuno puede llevar a conductas compensatorias con falta de control de impulso con la comida o atracones. También es cuestionable la factibilidad de sostenerla en el tiempo y cómo integrar esta forma de comer con la vida social", afirma la especialista.