ATENCIÓN MÉDICA POST-CORONAVIRUS

Qué controles y estudios se deben realizar los pacientes luego de haber tenido COVID-19

Al ser una enfermedad nueva, aún existen dudas sobre las posibles secuelas a largo plazo que podrían sufrir las personas recuperadas. Cuál es la importancia de detectarlas y controlarlas desde el momento del alta.

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Luego de contagiarse de COVID-19, algunos pacientes pueden enfrentarse a problemas físicos, emocionales, mentales y cognitivos a largo plazo. Para poder abordarlos a tiempo es necesario activar un seguimiento personalizado tras el alta de la persona.

Varios estudios clínicos y controles adecuados –como análisis de laboratorio, rayos X, espirometría, electrocardiograma, test olfatorios y ecografía abdominal, dependiendo de la evaluación que realice el profesional– podrían ayudar a determinar y comprender posibles secuelas y tomar las medidas necesarias para que la persona se recupere en su totalidad.

 “Si bien nos hemos enfocado casi durante todo un año en atender el diagnóstico, así como la adecuada derivación y contención de nuestros pacientes con un presunto cuadro de COVID-19, también nos ha preocupado lo que ocurre luego de haber padecido esta enfermedad. Hay quienes pasan por ella sin síntomas -o con muy pocos- y otros requieren asistencia especializada por la presencia de secuelas evidentes. Pero aun habiendo tenido pocos síntomas podrían tener algunas secuelas que merecen conocerse y tratarse a tiempo”, explica la doctora Silvia Morales, especialista en Clínica Médica.

En este sentido, Morales, quien se desempeña como Directora Médica de DIM Centros de Salud, recomienda que, al mes de darse de alta, los pacientes recuperados de COVID-19 deben hacerse controles médicos y estudios que evaluarán distintas áreas que pudieran quedar con secuelas: respiratoria, cardiovascular, olfativa, digestiva, músculo esquelético y psicológicas. Asimismo, advierte que en muchos casos podrían enfrentar debilidad muscular prolongada, disfunción cognitiva, síntomas de trastorno de estrés postraumático, depresión y ansiedad.

Por ello, la doctora Morales indica que es sumamente importante realizarse estudios e interconsultas para un adecuado diagnóstico. “Al tener los resultados de las evaluaciones se sugerirá interconsultas con otras especialidades como con neumología, infectología, gastroenterología, salud mental, etc.”, apunta.

Controles recomendados post COVID

* Análisis de laboratorio: para el seguimiento de alteraciones, marcadores nutricionales e  inmunológicos.

* Radiografía de tórax: en caso de que el paciente haya cursado la enfermedad con pocos síntomas y no le hubieran realizado ninguna imagen.

* Tomografía computarizada de tórax: para el seguimiento de lesiones diagnosticadas en el período agudo; evaluar infiltrados pulmonares y secuelas pleuro pericárdicas.

* Espirometría computarizada: sirve para realizar una evaluación funcional respiratoria.

* Test  de marcha: también apunta a la evaluación funcional respiratoria.

* Electrocardiograma (ECG): permite una evaluación eléctrica del corazón.

* Ecodoppler cardíaco: es una evaluación anatómica de la función miocárdica, del pericardio y de las válvulas del corazón.

* Resonancia Nuclear Magnética cardíaca: imprescindible para diagnosticar afecciones inflamatorias de la pared cardiaca, aún en los pacientes que no tuvieron demasiados síntomas.

* Test olfatorios: ante la persistencia de síntomas como la falta de olfato para diferenciar cuadros que pudieran tener origen central. En ese caso se debería completar con Resonancia Magnética de bulbo y tracto olfatorio.

* Ecografía abdominal: se indica para evaluar anatómicamente la cavidad abdominal y sus órganos.