TRATADO TEMPRANAMENTE LAS CHANCES DE CURACIÓN SON ALTAS

Cáncer de cuello uterino: ¿Cuáles son los estudios que permiten detectarlo a tiempo?

Visitar al ginecólogo para realizar controles sencillos como el Papanicolau, la Colposcopia y el test de VPH ayudan al diagnóstico precoz de esta enfermedad y a mejorar el pronóstico de las pacientes.

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El 26 de marzo se conmemora en todo el mundo el Día de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, una enfermedad que cada año se lleva la vida de 2000 mujeres en Argentina. En su mayoría son jóvenes de bajos recursos, que no tienen fácil acceso al sistema de salud, según el Programa de Prevención del Cáncer Cervicouterino del Ministerio de Salud de la Nación.

Los chequeos de rutina salvan vidas

Desde la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ) advierten que esta enfermedad se puede prevenir visitando al ginecólogo y realizando los estudios periódicos de control:

  • Papanicolaou (citología del cuello uterino),
  • Colposcopía (visualización del cuello uterino con aumento)
  • Test de VPH (Virus de Papiloma Humano), ya que este virus está directamente relacionado con la enfermedad.

Signos de alerta

Además de los chequeos periódicos, las mujeres deben consultar con el ginecólogo ante síntomas como sangrado uterino anormal o durante las relaciones sexuales. “Asimismo ,el dolor pélvico puede ser signo de enfermedad más avanzada; mientras que las lesiones preinvasoras suelen no dar síntomas”, advierte la Dra. Silvia Bonsergent (MN 80007/ MP 39313) médica ginecóloga y vicepresidenta de la SAGIJ.

¿Sirve la vacuna contra el VPH?

Si bien existe la vacuna contra el VPH en nuestro Plan de Vacunación Nacional para niñas y niños de 11 años, aun así la enfermedad sigue afectando a miles de mujeres en Argentina. Si se aplica a esta edad genera anticuerpos contra los tipos virales más agresivos relacionados con el cáncer de cuello uterino.

“A partir del año 2000 la vacuna es obligatoria, sin embargo aquellos que nacieron antes de esta fecha pueden no tenerla. En estos casos se recomienda consultar con el ginecólogo para su aplicación ya que la infección natural por este virus no deja inmunidad y la aplicación de la vacuna ayuda a cortar la cadena epidemiológica de transmisión viral”, aconseja la doctora Bonsergent.

La especialista aclara que “el virus del Papiloma Humano es una condición necesaria pero no suficiente para desarrollar cáncer de cuello uterino. Por eso, muchas mujeres tienen contacto con este virus de transmisión sexual, pero solo algunas tienen persistencia de la infección y desarrollan el cáncer”.

Los principales factores de riesgo que favorecen la persistencia o la reinfección son:

• El tabaquismo, ya que el cigarrillo disminuye las células de defensa contra esta infección.

• Múltiples contactos sexuales de la paciente o de su pareja (pareja estable no es sexo seguro).

“Por lo tanto, además de los exámenes periódicos es importante la recomendación del uso del preservativo así como evitar el cigarrillo”, aconseja la doctor Bonsergent.

Tratamientos y posibilidades de curación

Debido a que esta enfermedad tarda muchos años en provocar el daño transformándose en un cáncer invasor, da tiempo a las pacientes para su detección precoz y tratamiento. Al respecto, la doctora Bonsergent explica que “las lesiones premalignas asintomáticas, que aún no se han convertido en cáncer, detectadas a tiempo pueden tratarse con cirugía mínimamente invasiva, siendo el porcentaje de curación cercano al 100%”.

En cuanto al cáncer invasor en sus estadios iniciales, tiene un porcentaje de curación de más del 80% con el tratamiento adecuado. Mientras que en casos de pacientes jóvenes, estos tumores que afectan directamente el órgano de reproducción femenino pueden ser tratados preservando la fertilidad, permitiendo la conservación del útero.

No obstante, el porcentaje de curación disminuye drásticamente en los estadios avanzados. Los tratamientos se vuelven más agresivos con mayores efectos adversos y mayor mortalidad. “Por lo tanto, tratar hoy en día, a una mujer por un cáncer de cuello invasor, seria evitable con prevención, vacunación y detección precoz en la mayoría de los casos. De esta manera también se minimiza el costo en sufrimiento para la paciente y su familia así como para el sistema de salud en cuanto a la necesidad de los recursos humanos, técnicos y edilicios de alta complejidad requeridos”, concluye la Bonsergent.