CUIDATE, QUERETE

Mujeres: los chequeos de salud para prevenir y detectar enfermedades graves

¿Sabías que la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la depresión son enfermedades más " femeninas"? También hay que prestarle atención al cáncer de mama, por supuesto. Cómo debes proteger tu vida... de sus peores enemigos.

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Cuidar la salud de otros es más fácil para las mujeres que cuidar la propia, dicen los médicos. Por esta razón, en el Día de la Mujer es muy bueno recordarles a todas las mujeres que se ocupen de ellas mismas, consultando, haciéndose chequeos, dándose el tiempo para cuidarse.

“Muchos de los peligros más importantes que amenazan la salud de la mujer se pueden prevenir; es responsabilidad de los profesionales de salud aprovechar cada vez que nos consultan para asegurar su bienestar físico y emocional” explica la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.

“Pese a que las mujeres viven en promedio unos cuatro años más que los hombres, también son más propensas a padecer ciertas enfermedades. Un ejemplo de ello son las patologías cardiovasculares que, si bien son consideradas un problema “masculino”, constituyen la principal causa de mortalidad entre las mujeres”,  comenta la médica.

¿Cuáles son las enfermedades que más atacan al género femenino?

 

La especialista las puntualiza y nos dice qué hacer para prevenirlas.

Enfermedad cerebrovascular: los factores de riesgo cardiovascular, como el colesterol elevado, la hipertensión arterial, el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad,  son los mismos para hombres y mujeres. No obstante, después de los 75 años esta enfermedad es más frecuente en mujeres y la mortalidad es mucho mayor en ellas. Controlar esos factores de riesgo es la mejor manera de vivir más años en forma plena.

Diabetes: esta patología suele ser más frecuente en mujeres y también puede afectar el corazón, el cerebro, los ojos, los riñones y otras partes del cuerpo. Un análisis de sangre sencillo permitirá identificar señales de alerta e iniciar un tratamiento adecuado, en caso de que sea necesario.  

Cáncer cérvico-uterino: a partir de los 21 años, las mujeres deben efectuarse el examen de Papanicolaou, más conocido como “PAP”. Este estudio sencillo  permite detectar anormalidades celulares en el cuello del útero y detectar a tiempo la infección por el Virus Papiloma Humano (VPH), la causa necesaria del cáncer cérvico-uterino. 

Cáncer de mama: es sabido que la detección temprana del cáncer de mama aumenta las posibilidades de cura. Para ello, el estudio que se debe realizar es la mamografía. En este sentido, todas las mujeres que tengan entre 40 y 69 años, aunque no tengan antecedentes personales ni familiares de esta enfermedad, deben realizarse una mamografía cada uno o dos años, según lo indique el especialista.

Cáncer de colon: a partir de los 50 años se recomienda realizar un control con el médico especialista.

Depresión-Ansiedad: no deben menospreciarse situaciones en las que la mujer se sienta desanimada, triste, abatida o haya perdido el interés o gusto por las cosas. Frente a esto, se recomienda realizar una consulta oportuna con un profesional de la salud mental para identificar el problema y las posibles soluciones o tratamientos. 

Infecciones de transmisión sexual: las infecciones de transmisión sexual pueden traer complicaciones para la fertilidad, afectar al bebé, en caso de estar cursando un embarazo, y causar otros problemas de salud. Por ello, se recomienda a las mujeres sexualmente activas realizarse pruebas de detección de infecciones por clamidia, gonorrea, HIV, sífilis, etc. 

Osteoporosis: la osteoporosis es una enfermedad que adelgaza y debilita los huesos, los cuales se vuelven frágiles y pueden quebrarse con facilidad, especialmente los de la cadera, la espina vertebral y la muñeca. Cualquier persona puede desarrollar osteoporosis, pero esta enfermedad silenciosa es más común en mujeres adultas mayores. Un examen de densidad mineral ósea es la mejor manera para controlar la salud de los huesos.

Sobrepeso y obesidad: estas situaciones pueden ocasionar diabetes y enfermedades cardiovasculares. Por ello, se recomienda conocer el índice de masa corporal (IMC) y, en caso de superar el valor de 30, realizar una consulta con un especialista.