SANTO REMEDIO

Ajo, remedio poderoso para diabéticos

El ajo no solo espanta vampiros y le da un toque inigualable a la pizza napolitana: es un remedio muy reconocido como protector del sistema cardiovascular. Un nuevo descubrimiento le suma ahora propiedades únicas para quienes tienen diabetes.

Escrito en SALUD el

Una muy buena noticia para quienes sufren diabetes o el llamado síndrome metabólico, que suma también hipertensión y aumento de las grasas en la sangre: El ajo puede ayudar a proteger el corazón, a bajar la presión y también... a mejorar la sensibilidad a la insulina.

Explica el Dr. Hugo Golberg, especialista en fitomedicina: “El ajo es conocido por su efecto hipotensor, contiene sustancias azufradas y no azufradas con efectos vasodilatadores, antioxidantes y antiinflamatorios; además ayuda a bajar el colesterol y disminuye la viscosidad de la sangre. Estas propiedades lo hacen muy conveniente para los diabéticos, que por su afección tienen el riesgo cardíaco aumentado y requieren de mayor cantidad de antioxidantes que las personas sanas. Pero además, la última noticia con respecto del ajo es que también se ha comprobado que mejora la tolerancia a la insulina, por lo que podemos decir que el ajo es un remedio natural de excelencia para los diabéticos del tipo 2.”

Los compuestos organosulfurados del ajo parecen aumentar la disponibilidad de la insulina, al disminuir su metabolismo en el hígado-que ocurre al atravesar por primera vez el sistema hepático. Cuando la insulina pasa por el hígado por primera vez se consume el 50% de esta hormona, por lo que su acción disminuye.

Estudios realizados en animales no demuestran cambios en el peso corporal o depósitos de grasa, pero sí una mayor sensibilidad a la insulina y mejor perfil lipídico, es decir, los niveles de colesterol y triglicéridos se mantienen en niveles más cercanos a lo saludable.

¿Cómo hay que consumirlo?

Los resultados demostraron que el ajo era más efectivo que el placebo y comparable a la metformina para reducir la glucosa en la sangre en ayunas. Se consumen de 1 a 3 dientes de ajo diarios, en lo posible en la hora siguiente a machacarlos. No conviene consumirlos enteros ni en conservas.

Los investigadores han descubierto que los efectos sobre la glucosa en la sangre son mucho más significativos cuando el ajo se administra en su forma cruda, en vez de cocinado. El ajo crudo manifestó un profundo efecto en estudios realizados con animales para reducir los niveles de glucosa y lípidos, al contrario del ajo hervido.

Aunque los investigadores han descubierto que el uso de ajo crudo ha tenido mayor efecto sobre el control de la glucosa, otros estudios han encontrado que los suplementos de ajo también podrían ayudar a obtener menores niveles en la hemoglobina glucosilada (HbA1c) y perfiles de lípidos sin complicaciones.