PUEDEN SER DE GRAN AYUDA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Conocé los beneficios para la salud de meditar y practicar técnicas de respiración

Realizarlas con regularidad puede reducir un 56,6% la hormona del estrés y aumentar un 21% la sensación de satisfacción, entre muchos otros efectos positivos en el cuerpo y la mente.

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Con el Aislamiento Social Preventivo que ha impuesto la pandemia, la ansiedad, la angustia y la depresión empezaron a hacerse presente en la vida de muchas personas. Casi sin poder dormir, tratando de entender qué fase transitamos o si ahora estamos frente a una nueva cepa, cada uno atravesó y atraviesa el presente con diferentes problemáticas.

En este contexto, hoy los profesionales de la salud trabajan sin descanso tratando de asistir y contener a cada paciente que las padece. Y son ellos mismos quienes confirman que practicar técnicas de meditación y respiración son muy beneficiosas para la salud y el bienestar humano.

“En los últimos años hemos visto un enorme interés por la ciencia en estudiar los efectos de las prácticas de respiración consciente y meditación. Y los resultados han sido sorprendentes”, afirma el doctor Juan Pablo Anchezar, ginecólogo oncólogo y ex docente de la UBA. Y detalla: “Al observar los estudios se ven cambios en valores de la presión arterial, en la secreción de hormonas, en el recuento de glóbulos blancos y variaciones en áreas específicas del cerebro relacionadas con el bienestar emocional hasta modificaciones en lo profundo del núcleo de las células en la expresión de nuestros genes”.

En más de 70 estudios independientes se comprobó que incorporar la práctica diaria de técnicas de respiración y meditación genera beneficios importantes para la salud. Este no es un detalle menor en este tiempo en el que la angustia, la depresión y los trastornos por estrés post traumáticos han aumentado por la pandemia por COVID-19. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han incrementado hasta cinco veces las cifras de estas enfermedades.

Puntualmente, existe una técnica de respiración llamada Sudarshan Kriya que es considerada una herramienta eficiente para manejar el estrés. Quienes la practican redujeron un 56,6% el cortisol en dos semanas. Además, se demostró que aumenta un 21% la sensación de satisfacción en sólo siete días.

La práctica alivia la ansiedad y la depresión, así como también los síntomas de estrés postraumático. Es más, se han detectado reducciones significativas de la ansiedad con una tasa de respuesta del 73% y una tasa de remisión del 41%.

“Como resultado de estos estudios, cada vez más guías de tratamiento de las sociedades científicas incluyen estas técnicas dentro de las herramientas para tratar un número mayor de patologías, desde trastornos como la depresión, insomnio, estrés post traumático hasta el manejo de los efectos adversos de los tratamientos quimioterápicos, entre otros”, confirma el doctor Anchezar.

Por otro lado, se demostró que los pacientes deprimidos que aprendieron las técnicas de respiración experimentaron una remisión de ansiedad del 68-73% en un mes. Estos datos impactan cuando se toma dimensión de que 300 millones de personas en el mundo sufren depresión, según datos de la OMS. Y en pacientes con COVID es aún más preocupante: uno de cada cinco positivos padece depresión, según la revista Lancet.

En el plano del sistema inmunológico, aproximadamente el 70% de todas las células inmunes son linfocitos y se ha demostrado que el recuento de células inmunes aumenta un 33% tras seis semanas de prácticas. Además, se encontraron niveles elevados de enzimas antioxidantes. Así lo explica la cardióloga Florencia Segovia: “La técnica de respiración Sudarshan Kriya ayuda a eliminar las toxinas al expandir la capacidad pulmonar. Hay publicaciones de la Universidad de Harvard y de Yale que afirman que esta técnica refuerza nuestro sistema inmune. Por todo esto, lo recomiendo a mis pacientes y a mis colegas”.

Otro síntoma habitual en este contexto de tanta incertidumbre son los trastornos del sueño y la dificultad para dormir. Justamente, un estudio realizado en Singapur demostró que hay una relación directa entre esta técnica y la calidad del sueño. Los participantes descansaron más profundamente: el 13% de su tiempo total de sueño lo pasaron en el estado de SWS (Slow Wave Sleep) contra el 4% anterior.