¡Las mandarinas comienzan a aparecer en los mercados! No solo son ricas y económicas: se consideran una buena fuente de vitamina C que protege de infecciones y de fibra, que mejora tu tránsito intestinal.
También tienen propiedades especiales para diversas enfermedades comunes. Sobre todo las cáscaras, que habitualmente desechamos, son un poderoso remedio casero.
La mandarina, por si no sabías, contribuye a disminuir los niveles de colesterol y la acumulación de lípidos en las arterias.
Por su contenido de bioflavonoides, fortalece y da elasticidad a las paredes de los capilares sanguíneos. De hecho hay medicamentos hechos en base a naranjas, de acción venoprotectora. También se la considera una buena fruta para la salud ósea, por su aporte de calcio, fósforo y magnesio.
Las cáscaras, por su parte son un buen depurativo sanguíneo, particularmente para limpiar los metales pesados, partículas que suelen acumularse en las arterias y órganos perjudicando su funcionamiento a través del tiempo. Recuerda que para utilizar la cáscara, las mandarinas deben hacerse cultivado sin pesticidas.
Además la cáscara de este cítrico es un potente limpiador de la sangre, la purifica y regula los fluidos del cuerpo, ayuda a deshacerse del exceso de sodio y el ácido úrico. Lo ideal es secar la cáscara y agregarla de a trocitos en otras mezclas de infusión, al té verde o a la manzanilla, para tomar diariamente.
Si quieres usar las mandarinas como alimento terapéutico, te recomendamos conseguirlas de cultivo casero, sin pesticidas ni agregados químicos. Estos son 4 usos.
- Para bajar el colesterol LDL, se aconseja dejar secar las cáscaras durante quince días, desmenuzarlas o rallarlas; así pueden guardarse en un recipiente hermético. También pueden congelarse las cáscaras frescas. Con ellas preparar una infusión de una cucharada rasa por 200 cc de agua hirviendo y tomar dos veces por día por lo menos durante un mes.
- Calmante, sedante y antihipertensivo: Debe consumirse la fruta con su cáscara completa, debido a que esta contiene la vitamina C, los terpenos y los bioflavonoides activos sobre la circulación y los nervios. También podemos tomar una infusión. Preparar con la cáscara rallada de una mandarina en un vaso de agua hirviendo. Dejar en reposo por 10 minutos. Consumir una taza dos veces al día.
- Laringitis: se recomienda la infusión de cáscara de mandarina, en ayunas y antes de dormir; preparar la cáscara de una mandarina, trozarla, y agregarla a una taza de agua hirviendo, enfriar y tomar.
- Estados gripales y resfrío: También se utiliza en los resfríos y congestiones con gran cantidad de flema . Preparar con la cáscara rallada de una mandarina en un vaso de agua hirviendo. Dejar en reposo por quince minutos. Consumir una taza dos veces al día.