PUEDEN PREVENIRSE CON VACUNACIÓN, PERO POCA GENTE SE INMUNIZA

Gripe y neumonía: triplican el riesgo de infarto y cuadruplican el de ACV

Ambas enfermedades han demostrado incrementar la mortalidad por complicaciones cardiovasculares. Por ello, los especialistas recomiendan darse las vacunas, las cuales son gratuitas para menores de 2 años, personas mayores de 65 y menores de 65 que presenten alguna condición de riesgo.

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Escrito en SALUD el

La gripe es una de las enfermedades estacionales más subestimadas y poca gente sabe de sus graves complicaciones. Al igual que la neumonía, esta patología puede aumentar el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares. De acuerdo con la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), los trabajos epidemiológicos señalan que la infección por el virus de influenza (gripe) y la neumonía causada por la bacteria neumococo, triplican el riesgo de padecer un infarto agudo de miocardio durante los 7 a 10 días posteriores a la infección y cuadruplican la posibilidad de tener un ataque cerebrovascular entre los siguientes 15 a 20 días.

 “Las complicaciones graves asociadas a las infecciones respiratorias se observan con mayor frecuencia en personas de más de 65 años, o en menores de 65 años con antecedentes de enfermedad cardiovascular, como por ejemplo infarto agudo de miocardio previo, síndrome coronario crónico, insuficiencia cardíaca o cirugías de revascularización (angioplastias) y también en individuos con factores de riesgo cardiovascular, como diabetes, obesidad, hipertensión cuando coexiste con otros factores de riesgo o tabaquismo”, explica la doctora María Inés Sosa Liprandi (MN 55.318) médica cardióloga del Área Corazón y Mujer y Coordinadora de Áreas de la SAC.

Tanto la gripe como la neumonía pueden reducirse considerablemente con la incorporación de las vacunas, aunque todavía son bajos los niveles de inmunización, sobre todo en los adultos, pese a que están incluidas en el calendario nacional gratuito y obligatorio para los menores de 2 años, los mayores de 65 y todas aquellas personas entre 2 y 65 años que presenten determinadas comorbilidades.

De acuerdo con investigaciones clínicas a gran escala, se observó en las personas inmunizadas con las vacunas de la gripe y la neumonía una disminución significativa de la incidencia de infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular posterior a la infección, en comparación con quienes no fueron vacunados.

Sin embargo, cuando se indaga sobre la conducta de inmunización, las tasas alcanzadas en los mayores de 18 años con enfermedades asociadas distan mucho de las ideales. “Diferentes trabajos refieren tasas del 50% para la vacuna antigripal, menos del 25% para la de la neumonía y apenas 1 de cada 5 personas en ese grupo etario ha recibido ambas inmunizaciones. La evidencia científica es contundente, pero no terminamos de lograr que la comunidad se vacune”, afirma la doctora Sosa Liprandi.

Cumplir las recomendaciones

Las infecciones respiratorias son la tercera causa de muerte en la Argentina. El virus de influenza (infección de la gripe) y la bacteria responsable de la neumonía (el neumococo) circulan durante todo el año, pero presentan, en nuestro hemisferio sur, un rebrote -o mayor incidencia de su infección- desde abril y hasta comienzos de septiembre.

Basándose en toda la evidencia científica, la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) elaboraron un consenso sobre vacunación antigripal y antineumocócica en aquellos pacientes con riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares ante una infección.

Las recomendaciones incluyen la administración de la vacuna antigripal (de manera anual) y la antineumocócica (en esquema secuencial, primero la vacuna conjugada 13-valente y al año la polisacárida 23-valente). Tanto la antigripal como la antineumocócica que le corresponda a cada persona según el esquema secuencial, pueden aplicarse juntas y son gratuitas en vacunatorios públicos de todo el país.

“Ambas sociedades estamos realizando un esfuerzo por concientizar a la población y a los médicos en la prevención de los eventos cardiovasculares a través de todas las estrategias posibles. Estas incluyen tanto la prevención primaria (a personas sanas, antes de que presenten un evento), como la secundaria (cuando ya se produjo uno o más episodios)”, consignó el doctor Ricardo Villarreal (MN 91.274) médico cardiólogo, Miembro de la Comisión Directiva de la SAC e integrante del equipo de trabajo que elaboró dicho consenso. “Entre otras estrategias -siempre vigentes- además de la vacunación está el control de los factores de riesgo, como la hipertensión, el sobrepeso, el colesterol, el tabaquismo y el sedentarismo, entre otros”, enumeró.

Interacción entre vacunas

La posible interacción de las vacunas tradicionales con las indicadas para prevenir el coronavirus SARS-Cov-2 genera mucha preocupación en la población. Por el momento, se recomienda diferir al menos 14 días una vacuna de la otra aunque es probable que, en el futuro, puedan ser aplicadas al mismo tiempo.

No obstante, los especialistas de la SAC se encargaron de recordar que la vacunación (al igual que sucede con el coronavirus) no protege completamente a la persona de desarrollar la infección respiratoria, sino que disminuye la posibilidad de presentar cuadros graves, así como la severidad de las complicaciones cardiovasculares.