SEMANA MUNDIAL DE LA ALERGIA

Qué es la anafilaxia, la reacción alérgica más grave

Son episodios que suelen desencadenarse en personas susceptibles luego de la exposición a determinados alimentos, la administración de algunos medicamentos o tras la picadura de abejas, avispas o la hormiga colorada. Recomendaciones para prevenir y tratar estos cuadros.

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Enrojecimiento, ronchas, picazón e inclusive vómitos o diarrea son algunos de los síntomas de anafilaxia, una reacción alérgica severa y repentina. Estos episodios “pueden afectar las vías aéreas, comprometiendo la respiración y/o el aparato digestivo o el sistema cardiovascular, con posibles descompensaciones neurológicas, todas situaciones potencialmente graves y que incluso pueden llegar a ser mortales”, según la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).

 “Los episodios de anafilaxia suelen desencadenarse en personas susceptibles a la exposición a distintos alérgenos, siendo los más frecuentes los alimentos, la administración de algunos medicamentos y el veneno de la picadura de determinados insectos, como abejas, avispas o la hormiga colorada. Ante un antecedente de anafilaxia o contacto con lo que se sabe alérgico y el comienzo de síntomas que involucren 2 o más órganos corporales, debe tratarse en forma inmediata”, afirmó el doctor Jorge Martínez (MN 87.114), médico pediatra especialista en Alergia e Inmunología, Director del Comité Científico de Pediatría de la AAAeIC.

“Afortunadamente, las manifestaciones clínicas más frecuentes de alergia son las más leves como urticaria, hinchazón de partes blandas, rinitis, tos, deposiciones alteradas, vómitos y eczema, entre otras. De todos modos, la anafilaxia, menos frecuente, es la más severa, pudiendo incluir riesgo de muerte. La persona puede sentir picazón en todo el cuerpo, enrojecimiento, sensación de calor, aparición de ronchas (máculas y pápulas), prurito en el paladar, problemas para tragar, tos, afonía, dificultad para hablar y luego para respirar. También se puede acompañar de síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea, visión borrosa, pérdida de la fuerza y desvanecimiento”, sostuvo la doctora María Eugenia Gervasoni (MP 12.690), médica pediatra especialista en Alergia e Inmunología Infantil, ex Directora del Comité de Alergias Alimentarias de la AAAeIC.

Alergias frecuentes

Los cuadros de anafilaxia están considerados como una urgencia médica. Sus causas varían según la edad, siendo la alergia a los alimentos la más frecuente en la infancia y a los medicamentos, en la edad adulta. En niños, los alimentos más comúnmente implicados son la leche de vaca, huevo, cereales, maní, frutos secos, pescado y mariscos.

Datos epidemiológicos indican que en la última década ha aumentado la prevalencia de las enfermedades alérgicas, especialmente las alergias alimentarias, con una mayor duración de cada episodio y con la presentación de casos más severos. Proyectando valores de incidencia internacionales, se estima que cerca de 250 mil niños menores de 5 años en nuestro país presentan algún tipo de alergia alimentaria.

Entre las situaciones que incrementan el riesgo de desarrollar algún tipo de alergia alimentaria, se destacan los nacimientos por cesárea, en los que la microbiota del niño no recibe las bacterias buenas (y protectoras) que le confiere su paso por el canal vaginal en el parto, el uso temprano de antibióticos en el niño y la ausencia de lactancia materna.

Cómo prevenir

“Para poder prevenir las anafilaxias, ante todo, deben diagnosticarse correctamente las alergias para indicar el tratamiento adecuado y el plan de acción establecido para cada tipo de alergia. Si el paciente ya presentó un cuadro anafiláctico, o tiene alto riesgo de desarrollarlo, debe tener siempre consigo la medicación adecuada que -de primera elección- es la adrenalina, la que debe ser inyectada en forma inmediata por vía intramuscular, para luego trasladar al paciente a un centro de atención médica”, destaca el doctor Martínez.

“En el caso de las alergias alimentarias, para evitar llegar a los episodios de anafilaxia, se recomienda la eliminación en la dieta del alimento que produce la alergia. Particularmente, en la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV), el niño debe suspender la ingesta de leche y de todos sus derivados. Si es lactante, deberá suspenderlos también la mamá, ya que transmite la proteína en la lactancia. Dicha proteína está presente en purés, panificados, manteca, flanes y demás postres lácteos, dulce de leche, salchichas, embutidos, tartas y empanadas, y cualquier otro producto que incluya leche en su elaboración”, consignó la doctora Gervasoni, quien también es integrante del Comité de Alergia de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

Respecto de la prevención y los cuidados que deben mantenerse para enfrentar los episodios de anafilaxia, la doctora Gervasoni incluye a todos aquellos ámbitos en los que participa el individuo, como su lugar de trabajo, domicilio, club y escuela, entre otros: “en el caso de niños con riesgo de anafilaxia, los adultos responsables deben estar informados de la alergia del niño, saber reconocer una reacción alérgica y estar capacitados para comenzar con el tratamiento ante una exposición accidental”.

Información y diagnóstico

El médico alergista es el profesional indicado para diagnosticar el causante de la anafilaxia, e informar las pautas de alarma al paciente y a su familia y el protocolo de acción ante el inicio del cuadro. “Sin ninguna duda, conocer exactamente a qué se debe su cuadro de alergia, tener un plan escrito de acción y la medicación necesaria, disminuye la angustia y mejora la calidad de vida de los niños y de sus familias”, concluyó la doctora Gervasoni.