Ante la llegada al país de vacunas COVID que utilizan la plataforma de ARN mensajero autorizadas para ser administradas en niñas, niños y adolescentes ente los 12 y 17 años, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) opinó sobre el inminente inicio de la vacunación en la edad pediátrica, basándose en estudios científicos.
Las principales consideraciones expresadas por los expertos son:
* Aunque la población pediátrica haya demostrado no ser la más afectada por el COVID, los niños pueden enfermar y en algunas situaciones desarrollar formas graves de la enfermedad y complicaciones posteriores.
* Si bien los niños han demostrado ser menos transmisores del virus que los adultos, cuando presentan cuadros graves, poseen mayor carga viral y pueden transmitir la enfermedad.
* La vacunación pediátrica resulta ser una herramienta valiosa para lograr la inmunidad de rebaño frente a nuevas variantes del virus SARS-CoV2 que presentan mayor transmisibilidad.
* La vacunación del mayor porcentaje posible de la población es un recurso imprescindible para agrandar la barrera epidemiológica y poder controlar la pandemia.
* La vacunación en la población pediátrica debe comenzar por aquellos niños con comorbilidades que tienen más riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad COVID-19.
Temores frecuentes en los padres
La SAP asegura que las vacunas son un derecho de los niños y que "están siendo administradas bajo condiciones regladas en el marco de estudios controlados de eficacia y seguridad".
Si bien las vacunas de ARN mensajeros han sido las primeras en ser autorizadas para ser administradas en niños por la Food and Drugs Administration (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), "todas las vacunas con las que contamos actualmente contra el COVID-19 son seguras y efectivas”, afirma la SAP. No obstante, aclara que las vacunas contra COVID-19 deberán ser administradas en niños y adolescentes bajo un estricto monitoreo de seguridad.
En cuanto a los principales efectos secundarios vinculados con la vacuna COVID-19, detalla que puede presentarse dolor, enrojecimiento y tumefacción en el sitio de inoculación. En tanto, a nivel sistémico, puede aparecer sensación de cansancio, dolores musculares, cefalea, fiebre y escalofríos, náuseas, vómitos. En caso de que "los síntomas sistémicos permanezcan más allá de 48 horas resulta necesario realizar una consulta médica", aconsejan desde la SAP.
Por otro lado, se reportaron recientemente una mayor cantidad de casos de miocarditis y pericarditis en adolescentes y adultos jóvenes después de haber sido vacunados contra COVID-19 con vacunas de ARN mensajero, especialmente en varones después de la segunda dosis y a partir del 4° día de la vacunación. Sin embargo, al momento actual los beneficios conocidos y potenciales de la vacunación superan los riesgos conocidos y potenciales, incluido el posible desarrollo de miocarditis y pericarditis, por lo que se debe seguir recomendando la vacunación contra COVID-19 con estas vacunas en niños de 12 años o más.