El dolor de espalda puede resultar muy molesto. Puede variar desde un dolor constante hasta un dolor súbito e intenso. Llevar una vida sedentaria, estar largas horas sentados frente a la computadora y en posiciones inadecuadas son enemigos de la columna.
Además, hacer múltiples tareas al mismo tiempo, pasar largas horas mirando el celular y respondiendo mensajes sin descanso, como si el mundo se fuese a terminar, son contraproducentes para el cuerpo y la mente.
Si el malestar es constante o te imposibilita hacer movimientos, consultá con un médico especialista que te brindará un diagnóstico adecuado.
Estrategias para disminuir el malestar:
1- Realizá actividad física: te ayudará a fortalecer los músculos de la columna vertebral. Si está dentro de tus posibilidades, hacé ejercicios de alta intensidad dos veces a la semana. Combinalo con ejercicios de equilibrio, flexibilidad y fuerza muscular. Realizá estiramientos y no te olvides de hacer un buen precalientamiento.
2- Si pasás muchas horas sentado, concentrate en contraer el vientre y girar ligeramente la pelvis. Asegurate que la cabeza, junto con las orejas, se encuentren posicionadas sobre los hombros y que los omóplatos estén contraídos. Esto ayudará a mantener la columna vertebral alineada de forma adecuada.
3- Trabajá sobre tus emociones. Bajá tu nivel de estrés y tensión. La terapia psicológica puede ser de gran ayuda, así como también la meditación diaria.
4- Hacé una terapia de masajes por lo menos una vez al mes. Libera endorfinas, que ayudan a inducir la relajación y aliviar el dolor.
5- Mantené tu peso repartido uniformemente sobre los pies cuando estés parado. Evitá encorvarte, para disminuir el estrés de los músculos de la espalda.
6- Dormí en una cama firme, de costado y en posición fetal para reducir la curvatura de la columna vertebral. Hacé estiramientos antes de levantarte de la cama.
7- Utilizá zapatos cómodos. Si no podés evitar usar tacos, por lo menos alternalos con otro tipo de calzado la mitad de la semana.