Así como sucede con la piel del rostro, las manos están expuestas constantemente a los cambios de temperaturas, desde el frío extremo en invierno hasta los rayos de sol en verano. Además, están en contacto con diversas superficies y sustancias.
La Dra. Johanna Furlan (MN 122.975), cirujana estética, señala: “Las manos son una de las zonas de nuestro cuerpo que envejecen más rápido, porque no se les brinda el cuidado necesario para mantenerlas sanas. Siempre están a la vista, y son, junto con el rostro, una de las zonas más expuestas continuamente a agresiones externas. Estas provienen básicamente del medio ambiente, como el sol, el frío, el calor y los cambios de temperatura, o bien por el contacto con sustancias o productos químicos. El resultado es que, con el paso del tiempo, todo ello da lugar a una rugosidad al tacto y a una piel áspera y seca. Su piel es especialmente fina y frágil. En caso de descuidarla, pueden aparecer consecuencias, como manchas oscuras cutáneas”.
Como si esto fuera poco, desde el inicio de la pandemia se reforzó el mensaje de la importancia de lavarse las manos con frecuencia o de higenizarlas con alcohol al 70% o en gel, lo que reseca la piel, hace que esta esté tirante y que necesite una nutrición y cuidado adicional.
La Dra. Cristina Sciales (MN 66.744), médica cirujana, explica que todo esto deja secuelas en la piel, pero que “la salud está primero”, por sobre la estética.
“Estamos viviendo una situación nada habitual por lavado continuo con sustancias muy abrasivas u otras sustancias irritantes porque la piel con su barrera lipídica (grasas) y de agua que cubre su superficie y actúa como una barrera de protección ante los diferentes patógenos termina quedando muy expuesta y oxidándose rápidamente. La piel de las manos tiene una capa cornea que las recubre como protección y al engrosarse da un aspecto ‘crackeleado’, ‘envejecido’,” y a veces se mancha. Luego tenemos la dermis papilar donde están las fibras de colágeno y elastina que van a darle tensión, turgencia y estructura”, indica la especialista.
La Dra Furlan brinda una serie de consejos básicos para tener las manos suaves y evitar el envejecimiento cutáneo prematuro:
- Beber mucha agua: el agua es el hidratante natural importante e imprescindible para que la piel no pierda su humedad.
- Uso de guantes: los detergentes y los artículos de limpieza en general son muy abrasivos y dañan la piel de las manos.
- Abrigar las manos con guantes
- Usar crema hidratante: durante esta época es muy importante ya que aporta protección ante las agresiones del frío y sus consecuencias. Los daños del sol provocan casi el 80% del envejecimiento por lo que nuestras manos están constantemente expuestas al sol, por eso, es importante luego del lavado y la hidratación, colocar protector solar.
- Para lavarnos las manos es ideal utilizar un jabón con ph neutro, ya que un cambio en nuestra piel hacia la alcalinidad o acidez excesiva, puede provocar irritación o sequedad.
- Exfoliar una vez por semana: ayudará al proceso de recuperación celular y permitirá que la crema de manos penetre mejor en la piel. Se eliminan las células muertas superficiales y los restos de suciedad o residuos de geles. Ideal encontrar un exfoliante que sea para manos únicamente, que hidrate y no sea agresivo.
La Dra Sciales recomienda que la exfoliación sea con “geles o con recetas caseras como: leche en polvo con azúcar, miel con azúcar, o avena y azúcar. Luego de realizar masajes redondeados hay que enjuagar las manos con agua tibia. Esto sirve para proteger la primera capa de la piel”. Y agrega: “para sumar humectación e hidratación sugiero recurrir a la leche de almendras o al aceite de coco mezclado con una crema humectante”.
Adicioalmente, existen tratamientos específicos que ayudan a mejorar el aspecto de la piel de las manos, entre ellos, laser que produce un peeling, plasma rico en plaquetas, microesferas de hidroxiapatita de calcio y rellenos inyectables.