Por primera vez en el país, se produjo el nacimiento de un bebé mediante un tratamiento de reproducción asistida en el cual se utilizó la novedosa tecnología Time Lapse. Se trata de un incubador que tiene una cámara incorporada para tomar imágenes del embrión en determinados lapsos de tiempo, lo que permite observar el desarrollo embrionario en tiempo real, de manera continua y sin necesidad de sacarlo del incubador.
Esta tecnología ya se utiliza en diversas partes del mundo, donde se registró una mejoría en las tasas de implantación. En este caso, la madre del recién nacido, de nacionalidad uruguaya, se realizó un tratamiento de alta complejidad en Argentina, a través de la técnica de fertilización in vitro (FIV), y logró quedar embarazada luego de la primera transferencia.
¿Cómo funciona esta tecnología?
El incubador Time Lapse se utiliza para el cultivo embrionario, en los tratamientos de reproducción asistida mediante técnicas de fertilización in vitro (FIV). En este caso, la técnica utilizada fue la de Inyección Intracitoplasmática, que facilita la fecundación en el laboratorio introduciendo el espermatozoide dentro del óvulo mediante la inyección del mismo.
“El desarrollo embrionario dura entre 5 y 6 días. Desde el 2016, nosotros utilizamos un protocolo denominado ‘no molestar’, que consiste en no sacar nunca a los embriones del incubador, es decir que desde la fecundación hasta el quinto/sexto día de desarrollo, momento en el cual se evalúa su calidad final, los embriones permanecen dentro de su incubador con el fin de evitar el estrés que causa el sacarlos de su ambiente de cultivo. Utilizando la tecnología de Time Lapse, logramos optimizar aún más este protocolo, ya que además de no molestar a los embriones, ahora podemos observar su comportamiento durante todas las etapas de su desarrollo en tiempo real”, explicó Santiago Giordana, especialista en Medicina Reproductiva y director del laboratorio de Fertilización In Vitro de IVI Buenos Aires, la clínica donde se concretó exitosamente el caso.
Cada 15 minutos, el aparato toma una fotografía en siete planos distintos. Con esas imágenes, la máquina luego arma una película que permite observar el desarrollo embrionario completo. “El modelo tiene espacio para nueve placas de cultivo en simultáneo, y por cada paciente podemos poner 12 embriones a cultivar de manera individual. En un proceso de selección embrionaria siempre vamos a elegir los embriones que están aptos para transferir o congelar, y dentro de ese grupo de embriones vamos a seleccionar el que tiene el mejor potencial de implantación, es decir, más posibilidades de generar un embarazo”, agregó el especialista.
Uno de los principales beneficios de esta tecnología es que permite el monitoreo continuo y brinda parámetros específicos y cuantificables del embrión, lo que incrementa las chances de implantación. Asimismo, es una excelente herramienta para detectar problemas en el desarrollo embrionario.