Pronto llega la primavera y muchas personas comienzan a padecer molestas reacciones alérgicas típicas de esta época, como estornudos, picazón de nariz, ojos y garganta. Sin embargo, en los días de transición de una estación a otra, es habitual que sigan circulando algunos virus que causan el resfrío, lo que puede generar síntomas similares y llevar a una confusión. Por ello es importante aclarar algunas cuestiones.
El resfrío común puede ser producido por distintos virus que circulan particularmente en el invierno. Se contagia a partir de estornudos y tos, y presenta síntomas como descarga nasal clara o blanca, estornudos, obstrucción nasal, dolor de garganta, disfonía, sensación de fiebre, tos y cansancio.
A veces, pensamos que nos resfriamos, pero tenemos que empezar a sospechar de otro cuadro cuando los estornudos son muy seguidos, hay picazón en nariz, ojos y garganta, y todos los síntomas ocurren en simultaneo. En este caso estaríamos en presencia de una alergia.
En general, las reacciones alérgicas aparecen ante la presencia de polvo, polen y ácaros. Los primeros signos suelen ser picazón en la nariz, la boca, los ojos, la garganta, la piel o en cualquier área; problemas con el olfato, rinorrea (secreción liquida por la nariz), estornudos y ojos llorosos; mientras que los síntomas que se desarrollan posteriormente abarcan nariz tapada (congestión nasal), tos, oídos tapados y disminución del sentido del olfato, dolor de garganta, hinchazón debajo de los ojos, fatiga, irritabilidad y dolor de cabeza.
La confusión entre resfrío y alergia suele ser muy habitual en estos días de año. “Y si bien algunas veces la denominación específica no hace a la cuestión, en otras es de suma importancia para que el paciente pueda comprender cabalmente el trasfondo de la problemática y esté en mejores condiciones para realizar su tratamiento personal, minimizando efectos colaterales hacia terceros”, asegura el doctor Eduardo Silvestre (MN 57.969), Divulgador Científico de Grupo Medihome.
El especialista explica, además, que “los procesos inflamatorios de las vías respiratorias son un padecimiento frecuente tanto en la niñez como en la edad adulta. Pueden comprometer una o varias estructuras del árbol respiratorio -desde la nariz hasta los pulmones- con diferentes grados de severidad. En la mayoría de los casos suelen deberse a procesos infecciosos, alérgicos o a la combinación de ambos. Por ello, establecer el diagnóstico preciso de cuál es el mecanismo que produce la inflamación no solo es importante para el tratamiento específico de la dolencia sino para la adopción de medidas epidemiológicas que contribuyan a evitar el contagio hacia otras personas, especialmente en un contexto de pandemia”.
Nunca automedicarse
Cuando aparecen estos síntomas confusos, muchas personas recurren a fármacos que tomaron antiguamente o a medicación de venta libre. Sin embargo, es importante saber que los virus productores del resfrío común no son sensibles a los antibióticos y tampoco existen fármacos antivirales para tratar la mayoría de ellos. El resfrío se trata con reposo -cuando los síntomas perturban la actividad normal del paciente-, analgésicos/antipiréticos, antihistamínicos con o sin el agregado de descongestivos.
En tanto, si se trata de alergia, es importante acudir al médico especialista, quien indagará los síntomas y ordenará exámenes necesarios para poder determinar el alérgeno que genera la reacción. Posteriormente, podrá recetar algún antihistamínico para aliviar las molestias, o bien indicar inmunoterapia ( tratamiento con vacunas).