Hoy es el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad conocida desde casi dos mil años antes de la Era Cristiana, investigada y tratada en todo el mundo. La más común es la tipo 2, que se desarrolla en la adultez y se relaciona con la llamada resistencia a la insulina. Estos son datos clave sobre la diabetes, para conocer tu riesgo y saber cuáles son las conductas que mejoran los niveles de glucosa sin fármacos una vez que ya se diagnosticó.
No todo son genes. Si en tu familia directa hay diabéticos, debes prevenir la enfermedad con más cuidados, porque es cierto que tiene un componente genético. Pero evitar que esos genes familiares se disparen es posible y es un trabajo personal.
Amistades peligrosas. Cuando hay hipertensión, colesterol alto, si fumas, si estás muy excedido de peso, hay más riesgo de diabetes. Por esto es que hoy la medicina apunta a ver el cuadro completo y concientizar sobre el estilo de vida saludable. Todas estas patologías dañan las paredes de las arterias y afectan el aparato cardiovascular, aumentando el riesgo de infartos y ACV.
No al azúcar añadido. Los azúcares de las frutas o los lácteos no dañan a personas sanas. Pero el azúcar añadido en todo lo que comemos sí lo hace. Consumir un exceso de azúcar es patrimonio de los tiempos que corren: la ingesta máxima diaria de azúcar por día es de 25 g diarios, según la OMS, y no debe exceder el 10% de la ingesta calórica total. Tengamos en cuenta que un gramo de azúcar tiene casi 4 calorías, y un vaso de gaseosa cola ( 250 cc) ya excede los 25 gramos de azúcar.
El mejor ejercicio. Se comprobó que a cualquier edad, un programa de 150 minutos de actividad física por semana y una alimentación cardiosaludable bajan el riesgo de diabetes, aún con sobrepeso o prediabetes, en cifras mayores a un 50%. La caminata y la bicicleta, en general los ejercicios aeróbicos de intensidad moderada, son los más eficaces. El ejercicio reiterado en realidad entrena a los músculos para responder mejor a la insulina, la hormona que ayuda al organismo a convertir la glucosa en energía.
Una dieta sin etiquetas. Se dice que los mejores alimentos para prevenir la diabetes son aquellos que no necesitan etiqueta nutricional, o sea los frescos como carnes, verduras y frutas, granos, legumbres, nueces y semillas. En cada comida, empezar con una ensalada ayuda a disminuir el impacto de la glucosa ingerida más tarde, en papas o arroz. También, si a estos dos alimentos los cocinamos, los dejamos enfriar y los consumimos más tarde, su índice glucémico es menor ya que una parte de sus hidratos de carbono se transforma en almidón resistente.
El control del estrés mejora al diabético. El estrés crónico dispara la producción de una hormona llamada cortisol que puede aumentar la cantidad de grasa abdominal e incrementar el riesgo de resistencia a la insulina. Meditación, yoga, tai chi o cualquier actividad placentera que nos relaje, todo es válido para bajar los niveles de estrés, así como sanar relaciones, compartir momentos agradables con amistades, dormir bien y tener ánimo positivo son remedios muy potentes para prevenir y tratar la diabetes.
Fuente: Asociación Americana de diabetes y Sociedad Argentina de Diabetes.